El sistema SHUSH de Baron Wasteland

Exitable
20 Dec 2014

El cultivo de plantas en interior requiere una buena ventilación, pura y simplemente. Sin un intercambio adecuado de aire en la habitación, las plantas sufrirán todo tipo de problemas, desde una ligera reducción del vigor, hasta una epidemia de moho capaz de diezmar la cosecha. En ningún caso se puede comprometer la ventilación.


El cultivo de plantas en interior requiere una buena ventilación, pura y simplemente. Sin un intercambio adecuado de aire en la habitación, las plantas sufrirán todo tipo de problemas, desde una ligera reducción del vigor, hasta una epidemia de moho capaz de diezmar la cosecha. En ningún caso se puede comprometer la ventilación.

El cultivo de plantas en interior requiere una buena ventilación, pura y simplemente. Sin un intercambio adecuado de aire en la habitación, las plantas sufrirán todo tipo de problemas, desde una ligera reducción del vigor, hasta una epidemia de moho capaz de diezmar la cosecha. En ningún caso se puede comprometer la ventilación.

Los extractores grandes y potentes son los mejores para ventilar el aire viciado. Los ventiladores oscilantes son fantásticos para mantener el aire en movimiento y asegurarse de que cada hoja tiene suficiente CO2 fresco en todo momento... ¡lo malo es el ruido que hacen!

Un sistema decente de ventilación genera un constante murmullo eléctrico de 50 Hz que vibra a través de vigas, suelos y paredes, molestando y preocupando a los vecinos, especialmente si permanece en funcionamiento toda la noche. El sonido ininterrumpido del aire siendo absorbido a través de un filtro de carbón y pasando por los tubos de ventilación resulta muy extraño. Los ventiladores oscilantes producen un característico zumbido rítmico conforme se mueven, incesantemente, de lado a lado.

Puedes comprar ventiladores poco ruidosos y silenciadores para la ventilación, pero son muy caros. De todos modos, el ruido de la ventilación seguiría ahí, así como el problema de sacar el aire caliente al mundo exterior.

En algunos lugares puede que ni siquiera sea posible cultivar a causa de que el sospechoso ruido de la ventilación pueda llegar a los oídos de los vecinos. Imposible salvo que se logre silenciar completamente, por supuesto.

La base del sistema SHUSH de Baron Wasteland es un sistema silenciador de la extracción en cuatro etapas:

  1. Conductos aislados de buena calidad
  2. Caja a prueba de ruido para el extractor, diseñada para absorber el sonido mecánico.
  3. Una cámara de expansión del aire para silenciar el ruido del aire proveniente del extractor.
  4. Un deflector de aire justo a la salida de la ventilación para silenciar aún más el aire, así como para ayudar a enfriar a temperatura ambiente el aire cálido y húmedo.

Materiales necesarios

  • Para la caja a prueba de ruido para el extractor
  • Una plancha grande de contrachapado (o DM o aglomerado), de al menos 10mm de grosor. Cuanto más gruesa, mejor.
  • Un poco de relleno aislante tipo Rockwool (típicamente usando para aislar buhardillas)
  • Cuatro cuerdas elásticas con ganchos
  • 12 escuadras de armario
  • 4 ganchos fuertes atornillables
  • 2 abrazaderas metálicas para conectar al extractor
  • Placa grande de cartón yeso (opcional)
  • Para la cámara de expansión del aire
  • Un contenedor grande de plástico de unos cien litros de capacidad
  • 6 paneles de espuma tipo estudio (la que tiene la superficie con forma de huevera)
  • adhesivo en spray adecuado para pegar plástico y espuma
  • Cinta adhesiva fuerte y resistente al agua (tipo cinta americana)
  • Suficiente malla fina para recortar dos cuadrados de treinta centímetros de lado como filtro de insectos
  • Para el deflactor de aire de la salida de ventilación
  • Un cuadrado de 30 cm de malla de alambre rígido con agujeros de 1 cm de diámetro para usarlo como filtro anti roedores
  • Unos 50 ladrillos viejos o piedras toscas de tamaño similar
  • Algún cacharro viejo que no parezca fuera de lugar si se deja apoyado contra la pared. Por ejemplo, madera vieja.
  • Otros materiales necesarios
  • Sierra de mano
  • Sierra de vaivén
  • Destornillador eléctrico
  • Tornillos de 20-30 mm, dependiendo del grosor de la madera
  • Máscara contra el polvo
  • Ropa vieja
  • Silicona selladora
  • Un poco de entusiasmo por el bricolaje
  • Las ganas de triunfar y cultivar donde nadie ha cultivado antes

Primera parte -Caja silenciadora para el extractor

En primer lugar necesitamos hacer la caja silenciadora para el extractor. En esencia, es una gran caja de madera, dentro de la cual se encuentra el extractor suspendido y rodeado de material aislante.

Lo ideal es hacer la caja tan grande como sea posible, teniendo en cuenta el tamaño del cuarto de cultivo. Para un extractor RVK de 200 mm se puede usar una caja de unos sesenta centímetros de lado, lo que deja suficiente espacio alrededor del extractor para el material aislante. Aunque la caja será bastante grande, siempre se puede usar como superficie de trabajo, por lo que no malgasta mucho espacio en el cuarto de cultivo.

Corta la plancha de madera en las piezas para hacer una caja. No lo explicaré a fondo aquí pero supongo que podrás apañarte. Necesitas seis lados para formar un cubo, divide tu plancha de madera: una típica de 2400 mm x 1200 mm será suficiente. No olvides compensar por el grosor de la madera en dos de los lados para conseguir un resultado sólido que sea fácil sellar por el interior. Hay una tonelada de vídeos en internet que explican como hacerlo, prueba a buscar “construcción básica de cajas de madera” o algo similar. No te preocupes por que quede bonito, nos interesa la función más que la estética.

Ensambla la caja por medio de las escuadras pero deja la tapa sin poner. Debería ser firme y resistente. Se pueden añadir algunos tornillos para reforzar la unión de la base y las paredes. Sella las juntas interiores con una buena silicona selladora para hacerla hermética, algo que ayuda mucho para amortiguar el ruido.

Mide el diámetro de tus conductos y recorta dos agujeros en dos caras opuestas de la caja. El conducto debe ajustar bien en el agujero.

Atornilla los ganchos en el interior de la caja, hacia la parte superior en ambos lados de los agujeros. De ellos colgará el extractor, suspendido con las cuerdas elásticas.

Sin apretarlo, llena el tercio inferior de la caja con material aislante -¡conviene usar los guantes y la máscara contra el polvo en este paso!

A continuación engancha las cuatros cuerdas elásticas al extractor. Lo más fácil es usar una abrazadera metálica, de las que se emplean para fijar los conductos de ventilación al extractor. Probablemente tengas alguna por algún lado. Fíjalas fuertemente.

Mete el extractor en la caja y comprueba, dos veces, que lo hayas colocado en la posición correcta según la dirección del flujo de aire. Coloca el extractor dentro de la caja y estira cada cuerda elástica hasta sujetarla en un gancho. Sigue con la mascarilla, el aislante puede soltar pequeñas partículas perjudiciales cuando se toca. El extractor debería estar firmemente suspendido dentro de la caja. A continuación mete los conductos y fíjalos a cada extremo del extractor. Usa más abrazaderas metálicas. También se puede pasar el cable de alimentación por el agujero del conducto.

Sella los agujeros y las conexiones alrededor de los tubos y la caja antes de acabarla de llenar con material aislante poco comprimido (llevando puestos los guantes, por favor). El material aislante atenúa mejor el sonido cuando no está muy apretado, así que no pongas demasiado. Rellena también el espacio que queda sobre el extractor.

Atornilla la tapa y enciende el extractor - te sorprenderá lo silencioso que resulta. Se acabó la vibración y el ruido mecánico. ¡Caramba!

Aunque esto funciona increíblemente bien, todavía se puede mejorar con una segunda capa aislante de cartón yeso acústico. Córtalo al tamaño adecuado y atorníllalo al exterior de la caja. Es muy normal que el cartón yeso se venda en los mismos tamaños que las planchas de madera. Este paso es opcional, ya que probablemente no lo necesitarás.

A continuación hemos de hacer algo con ese maldito ruido del aire circulando por lo que ha llegado el momento de construir una cámara de expansión del aire.

Parte 2 - Cámara de expansión de aire silenciadora

Los extractores mueven un montón de aire, a gran velocidad. La cámara de expansión del aire ralentiza la velocidad del aire, alivia la presión y amortigua el ruido.

Primero hay que cortar un agujero circular en un lado de la caja de plástico por el que introducir el conducto de ventilación. Córtalo alejado del centro. Haz que ajuste bien e introduce el conducto sólo lo suficiente como para que no se caiga. Asegúralo con cinta adhesiva.

A continuación corta otro agujero, por el que saldrá el aire al exterior, en la tapa de la caja y cúbrelo con la malla anti insectos. Asegúrate de que el agujero de salida no esté situado directamente enfrente del agujero de entrada ya que queremos que el aire se arremoline dentro de la caja, no que salga directamente. Yo prefiero hacer este agujero de salida en la tapa de la caja ya que es fácil fijarla a la pared exterior y, para unir ambas parte, sólo hay que colocar de nuevo la tapa. Por supuesto, el tamaño del cuarto de cultivo y la posición del orificio de salida en la pared influirán en donde debes cortar los dos agujeros, pero eso es lo ideal.

Con cuidado, pega la espuma acústica en todas las superficies interiores de la cámara de expansión, incluyendo la tapa. Es fácil cortarla al tamaño justo, con unas tijeras para asegurarse un buen ajuste alrededor de la entrada del conducto y la salida del aire. La espuma logra dos objetivos: la superficie ondulada rompe el flujo de aire, ralentizándolo y también absorbe el ruido o zumbido mecánico del interior del conducto.

Une la tapa con el agujero de ventilación de la pared. Puedes atornillarla a la pared. Sella el espacio entre la pared y la tapa con silicona y cierra la cámara. Para lograr la máxima eficiencia también hay que sellar alrededor del borde de la tapa.

Ahora fija la rejilla de alambre rígido por el exterior, para evitar que los ratones hagan una fiesta en tus conductos. Este sistema es casi completamente silencioso pero, si te colocas directamente al lado de la salida final, todavía se oye un susurro de corriente de aire. Además este aire caliente brillará como un faro para cualquier cámara sensible al infrarrojo, lo que puede causar problemas si tienes un sistema se seguridad por infrarrojos o, por supuesto, si hay algún indiscreto con una cámara de infrarrojos. Solucionemos ambos problemas.

Parte 3 - Deflactor de ruido y laberinto para enfriar el aire

Lección 1 de física, la energía nunca se destruye, sólo se transforma. Cada vez que el sonido es forzado a doblar una esquina, parte del sonido se convierte en calor (una cantidad minúscula). Del mismo modo, cada vez que el aire caliente entre en contacto con algo frío, se produce un intercambio de aire y el aire se enfría.

Si construimos un laberinto complejo y abierto con ladrillos o piedras, justo en el exterior de nuestra ventilación, el aire caliente se frenará y se enfriará a temperatura ambiente al mismo tiempo. Las piedras mantienen su temperatura durante mucho más tiempo que el aire, y se mantienen frescas en la sombra hasta en los días más cálidos.

Se pueden emplear piedras grandes de cualquier tipo. Las más toscas, con superficie más irregular, funcionarán mejor a la hora de silenciar el ruido y enfriar el calor, ya que tiene una mayor área superficial. Las diferencias de tamaño también permitirán absorber un mayor rango de frecuencias y reducir aún más el ruido.

Construye el laberinto en el exterior de la salida de aire asegurándote de que dejas suficiente espacio como para que el aire puede circular sin impedimento. Piensa en cuanto espacio libre necesitas dejar - si tienes un salida de aire de 25 centímetros, debes dejar al menos la misma cantidad de espacio de salida en todos los pasos, ya que de otro modo aumentaría la presión, el aire se aceleraría y volvería el ruido. Deja unos centímetros de cámara de expansión justo a la salida de la ventilación y luego empieza a construir el laberinto de rocas. Deja ranuras de dos o tres centímetros entre las rocas y sigue añadiendo hasta que no oigas absolutamente nada. Realmente funciona muy bien y es una gran manera de aprovechar unos escombros.

Puedes disimular este inusual montón de rocas con todo tipo de cosas. Puedes poner algunas plantas, añadir una pila de madera o simplemente dejar que la hierba crezca alrededor.

Este sistema no es para los débiles de corazón, es algo que haces una vez y logras toda una vida de tranquilidad. Los materiales son baratos, te ahorras cientos de euros en productos caros y consigues esa agradable sensación de satisfacción.

No se lo cuentes a nadie... ¡SHUSH!

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