Cogolandia y Grow Honey responden a nuestras dudas

El cultivo hidropónico es sin duda una de las formas más bellas y a la vez complicadas de plantar. A parte del alto coste de producción, hay que sumarle la compleja rutina que hay que llevar día a día para mantener controlada nuestra plantación y evitar sobresaltos. Dos de los problemas más frecuentes que rondan por la cabeza de los cultivadores hidro son el mantenimiento del pH y la EC y las plagas que pueden ir surgiendo a lo largo del crecimiento de las cepas y que pueden estropear la cosecha.

El cultivo hidropónico es sin duda una de las formas más bellas y a la vez complicadas de plantar. A parte del alto coste de producción, hay que sumarle la compleja rutina que hay que llevar día a día para mantener controlada nuestra plantación y evitar sobresaltos. Dos de los problemas más frecuentes que rondan por la cabeza de los cultivadores hidro son el mantenimiento del pH y la EC y las plagas que pueden ir surgiendo a lo largo del crecimiento de las cepas y que pueden estropear la cosecha.

¿Pero para qué sirve controlar el pH del agua? Según Cogolandia: ‘’El pH nos indica el índice de alcalinidad del agua, lo que hace que los nutrientes estén en disposición de ser absorbidos por las plantas. El pH ideal para el cultivo de marihuana se sitúa entre 5,5 y 7. Si estamos por debajo o por encima de estas cifras, por muchos nutrientes que pongamos en el agua, la planta no será capaz de absorberlos’’. Así pues, si queremos que los productos que utilicemos surjan efecto, debemos controlar exhaustivamente el pH antes de alimentar las raíces. De este modo nos aseguramos de que la marihuana aprovecha al máximo estas aportaciones y por lo tanto así es como conseguiremos los resultados esperados.

Otro factor importante en el cultivo hidropónico es la electro conductividad del cultivo o EC. Esta misma es la capacidad que tiene un líquido para transportar la electricidad. En este caso el fluido utilizado es el agua. El agua es muy diferente dependiendo de la zona en la que se encuentre. Unas tendrán más sales minerales que otras y estas sales son las que influyen en la conductividad. ‘’Cuantos más nutrientes tenga el agua, más alta será la conductividad de la misma. Los valores de EC óptimos para el cultivo del cannabis son de entre 0,60 a 2,00 mS.’’

Como medir estos valores

Grow Honey nos explica que para compensar los valores del pH y la EC, existen diferentes aparatos: ‘’Para no tener sorpresas, si el suministro de agua llega con un EC muy alto, deberíamos usar un filtro de osmosis inversa, aportando un extra de calcio y magnesio, ya que después de la filtración merma mucho la cantidad de sales. Como la tecnología avanza y siempre hay empresas dispuestas a ponérselo más fácil al cultivador, existen controladores continuos de nutrientes y PH como los de Prosystem Aqua, que nos permite, siempre que se instalen correctamente, un óptimo nivel de pH y EC con muy poco mantenimiento’’. También nos recomienda un truco para los que prefieren ahorrarse algo de dinero con este proceso: ‘’Si no queréis gastar mucho dinero en un filtro de osmosis inversa, podéis utilizar el agua sobrante del aire acondicionado, ya que no contiene sales, es decir, ya ha pasado por ese proceso de osmosis’’.

Cogolandia nos comenta que para medir el pH existe el test básico de General Hydroponics Europe (GHE). Es una manera sencilla de comprobar este valor. Consiste en un tubo pequeño, una tabla indicadora y un líquido. Se rellena la mitad del tubo, se añaden dos o tres gotas del fluido y se espera a que el agua se tinte de un color. Tras este paso se compara el color del agua del tubo con la tabla, obteniendo así el pH de tu cultivo. También existen otro tipo de medidores más costosos y complejos que te permiten obtener un resultado más exacto. Algunos de ellos son Adwa, Water Master y Hanna.A Sea el tipo de cultivo que sea, todos ellos necesitan tener cierto control para evitar sobresaltos. Medir el pH del agua es un factor que siempre recordamos. Si queremos que nuestras plantas absorban los nutrientes correctamente necesitamos tener bajo control este valor.

Remedios antiplaga

Las peores enemigas de un cultivo son las fastidiosas plagas. Si nos descuidamos, pueden crear carencias graves en nuestras plantas e incluso pueden matarlas. Grow Honey nos recuerda que lo principal es una buena higiene: ‘’Para las plagas, lo más importante es la limpieza. Ya no sólo de los instrumentos de riego tales como bandejas, macetas, etc. La forma más común de introducir esporas o huevos de las posibles plagas somos nosotros mismos. Por ejemplo con nuestro propio calzado transportamos muchos de estos enemigos, si utilizamos calzado exclusivo para el cultivo, nos ahorraremos en sorpresas.’’

Aparte de la pulcritud a la hora de cultivar, también es importante saber reconocer los síntomas causados por cada hongo o insecto. Las plagas más comunes en un cultivo son los pulgones, los minadores, la fastidiosa mosca blanca y los trips. Aunque tampoco hay que olvidarse de hongos como el oídio.

La salud de nuestras plantas también influye en la resistencia que puedan tener en un futuro a  las plagas, y esto es lo que hará que el día de la cosecha podamos irnos con buen sabor de boca sabiendo que hemos hecho un buen trabajo y que hemos cuidado de nuestras plantas como es debido.