El dinero verde

Exitable
29 Aug 2014

La economía se interesa cada vez más por el cannabis


La economía se interesa cada vez más por el cannabis

El capitalismo, esa ideología económica predominante en el mundo. Esa que se interesa más por el dinero y el poder que por el bienestar de las personas. Esa culpable de que siga habiendo pobreza, de que siga tan mal repartido el mundo. El capitalismo siempre se ha movido por intereses. Antes podía estar en contra de la legalización de la marihuana porque sabía que sería un duro golpe para esas farmacéuticas que nos venden medicamentos con más efectos secundarios que virtudes. Ahora que ven que los cogollos están ganando la partida a las aspirinas, se quieren cambiar de bando. 

La bolsa se ha visto inundada por el aroma a cannabis, los inversores están dispuestos a invertir en esta sustancia cada vez más presente en la vida de los ciudadanos. Saben que el efecto dominó que causó Uruguay con su legalización es muy potente y que su regulación mundial es inminente.

Empresas que sólo buscan beneficio, que jamás han luchado por la causa y que ahora quieren lucrarse a costa de una sustancia que ha sido criminalizada durante décadas y por la que muchos activistas y consumidores han ido a la cárcel. ¿Es justo? Por supuesto que no.

Si financieros que no saben nada acerca de esta planta cogen el volante de su comercialización lo único que vamos a lograr es que sigan el camino fácil y destruyan a su paso esa pequeña carretera que durante años hemos ido construyendo para que la marihuana sea tratada como una planta más y no como una droga.

Es lo mismo que ha pasado con los medios de comunicación, con las farmacéuticas, con los gobiernos y con otras entidades que deberían ser lideradas por gente con conocimiento de esa temática y no por buitres que tan sólo quieren obtener el máximo beneficio y explotar la industria hasta convertirla en un basurero de polémicas, ladrones y mentirosos.

La batalla aun no está ganada. A las reprimentes leyes criminalizadoras ahora se une un nuevo enemigo si cabe más peligroso: el dinero. El querer ganar pasta a costa de gente que necesita esta planta para poder paliar sus enfermedades, o de aquellos que simplemente la consumen para poder sentir sus variados efectos. No se trata de estar en contra de la comercialización del cannabis. Su venta supondrá una injección de esperanza para aquellos países que se hallan hundidos en la miseria tras haber sido atacados por la crisis. Se trata de no dejar que una vez más las multinacionales se adueñen de un mercado claramente potencial por el que nunca han peleado. 

Lo justo sería que aquellos cultivadores que han adquirido experiencia arriesgando el pellejo sean ahora los que puedan vender orgullosos sus variedades. O aquellos bancos de semillas que nos han abastecido durante años y que han conseguido crear nuevas genéticas. O las asociaciones, clubes sociales, grows shops y medios de comunicación que nos han mantenido informados y han luchado por los derechos de todos nosotros.

La bola sigue girando. Los países se plantean la legalización. Y Europa tiembla ante esta iniciativa americana con aires de cruzar el charco. Ahora es el momento en el que tenemos que ser más fuertes, en el que tenemos que luchar contra el olvido, y recordar a los de ahí arriba que nosotros somos los verdaderos luchadores. 

 

J.Vega

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