Desde Mallorca a Madrid unidos por una misma causa

Exitable
22 Mar 2014

Reunidos con el equipo de Madrid Center Grow en la tienda de Gramovatio, esperamos a que llegue Joan, representante de Sinsemilla Inca, grow shop mallorquín. A todos los presentes nos gusta el hachís del bueno, cada uno tiene su método predilecto, pero nos gusta mucho y siempre del mejor.


Reunidos con el equipo de Madrid Center Grow en la tienda de Gramovatio, esperamos a que llegue Joan, representante de Sinsemilla Inca, grow shop mallorquín. A todos los presentes nos gusta el hachís del bueno, cada uno tiene su método predilecto, pero nos gusta mucho y siempre del mejor.

Reunidos con el equipo de Madrid Center Grow en la tienda de Gramovatio, esperamos a que llegue Joan, representante de Sinsemilla Inca, grow shop mallorquín. A todos los presentes nos gusta el hachís del bueno, cada uno tiene su método predilecto, pero nos gusta mucho y siempre del mejor. 

Puedes meter un poco de hielo dentro de la bolsa para mayor fricción, pero que quede espacio para que se mueva
Así pues, nos disponemos a aprender del isleño unas cuantas técnicas y detalles que nos han hecho pasar de un Iceolator muy bueno, a uno capaz de competir con las extracciones de solventes (aunque no en concentración de THC, claro). Madrid Center Grow, Gramovatio y Sinsemilla Inca reunidos de punta a punta  junto a Soft Secrets para enseñarte a sacar el mejor hachís al agua y dejar a tus amistades con la boca abierta (y los ojos bien cerrados). Lo más importante y esencial...paciencia. Si la tienes te decimos como aprovecharla.

El hachís al agua, popularmente conocido por el nombre comercial de Iceolator, es algo que le debemos a Mila Jansen, una mujer inglesa/holandesa que vivía en la India. Un buen día, mientras Mila hacía las labores del hogar y ponía colada tras colada, se le ocurre la magnifica idea de meter no sólo ropa en la lavadora. Con un programa lento, un montón de marihuana cubierta de agua  con hielos, junto a unas buenas mallas, Mila Jansen sacó el primer gran Iceolator. Mucho ha llovido desde entonces, las técnicas y equipos se han mejorada, las modas han cambiado (ahora estamos casi todos con los aceites)...pero David de Gramovatio y yo coincidimos en que pocas extracciones son capaces de conseguir tanto y tantos aromas y sabores como un buen hachís. Reflexionando con otros cultivadores, hemos llegado a la conclusión de que esto es así ya que con el hachís es más sencillo extraer mayor cantidad de terpenos.  Son los compuestos de la planta que otorgan los diferentes aromas y sabores característicos de cada variedad. La marihuana es capaz de tener terpenos originales de otras muchas plantas, al igual que el lúpulo, lo cual hace posible que una planta nos huela a fresa y otra a queso...¡o incluso ambos olores a la vez!

Si lo recoges todo en un bote puedes dejarlo así sin más
A continuación te explicamos los detalles a tener en cuanta a la hora de elaborar hachís con agua  y hielo para que pierdas los mínimos cannabinoides y terpenos posibles por el camino. La clave de todo el proceso está en la falta de humedad por un lado y en la ausencia de cambios bruscos de temperatura por otro. 

Materiales necesarios

-Lavadora de marihuana (son más pequeñas y menos potentes que las lavadoras convencionales, además de tener fácil acceso al desagüe, que es por donde va a ir todo nuestro “oro”).

-Las mallas son también muy necesarias, aunque para sacar la mejor calidad prescindiremos de todas aquellas que sean de un micraje mayor a 38 micrones (nosotros hemos usado la de 25). 

-Cubos para desaguar, intenta que sea siempre un poco mayor al volumen de agua que puedes poner en tu lavadora.

Otra opción es hacer la clásica bellota
-Materia vegetal. Lo ideal es una mezcla entre manicura y cogollos bajos, así no desperdiciamos las puntas...aunque de querer usar sólo puntas de cogollos, deberíamos abrirlos antes de meterlos en la lavadora, para que salga toda la sustancia del interior que deberá de estar semi fresca. De estar muy seca, pulverizamos agua sobre esta para humedecerla y que no se rompa ni se haga polvo dentro de la lavadora.

-Pulverizador con agua destilada 

-Papel absorbente de cocina

-Papel de horno (fijaros bien que no lo pilláis encerado)

-Un rayador gordo

Amasando con un rodillo adquieres estas texturas
-Una nevera tipo vinoteca o nevera de semillas (este tipo de neveras, además de poder controlar la temperatura con exactitud, dan  frío seco y no generan humedad, cosa muy importante para este método).

-Paciencia (como 15 días de paciencia)

Proceso de extracción

Ya lo tenemos todo preparado, la lavadora llena de agua e hielo y todos los restos de manicura y cogollos bajos en la bolsa cerrada. Recordamos que la materia vegetal tiene que estar semifresca, de no ser así, tendríamos que rehumedecerla un poco con un pulverizador. Metemos la bolsa con la hierba y atención: menear el tiempo justo. Muchos se quedan una hora dándole vueltas a la lavadora, no está mal, pero no vale para sacar el mejor hachís. Sólo se tendrá la lavadora activada de 5 a 10 minutos máximo. Una vez transcurrido este tiempo, podemos colar el “oro” diluido con los cubos y las mallas. 

Antes de seguir, pulverizamos sobre los restos de hachís en la malla un poco de agua destilada para quitar cualquier tipo de impureza o residuo.

Ahora viene otro punto clave, escurrirlas. Yo mismo he pecado de ello y he escurrido el hachís apretando y estrujando la malla cual esponja de la ducha. Mal. Así lo único que hacemos es perder cannabinoides y terpenos que se escurren por nuestras manos. ¿Entonces como le quitamos toda esa agua que aun queda sin estrujar? Con papel de cocina absorbente vamos quitando el exceso de agua, todo ello sin apretar. Pon un par de capas por abajo y otras por encima, ve cambiándolas y poniendo más a medida que estas se vayan empapando. 

Ahora ya tenemos una materia muy húmeda pero que al menos no chorrea agua y como la acabamos de sacar del hielo, está muy fría. Vamos a seguir manteniendo esta temperatura del hachís, para ello lo metemos en el congelador (puedes meter la malla abierta directamente para manipularlo lo menos posible). Tras 40 o 50 minutos, gran parte del agua que quedaba ha subido a la superficie por el frío y se nos queda una pequeña piedra endurecida por la congelación. Ya podemos sacarlo, aunque volvemos a insistir en que evitéis los cambios bruscos de temperatura en la materia. Con esa piedra que hemos sacado, pasamos por el rayador para hacerla grumos, poniendo una hoja de papel de horno debajo para que caiga sobre esta. Normalmente en este punto del proceso, debido a la fricción y a nuestra propia temperatura corporal, la extracción empieza a calentarse, cosa que debemos evitar a toda costa. ¿Opciones para evitar esto? Puedes usar un guante congelado y si tienes espacio, hacer la ralladura dentro del mismo congelador.

Proceso de secado

Ahora lo que tenemos son un montón de grumos de hachís que por supuesto aun tienen residuos de agua y humedad en su interior. Lo habitual es extenderlo y dejarlo así al aire libre a que se seque. Si vives en una zona en la que la temperatura oscila entre los 7 y los 10 ºC y además tienes un clima seco (como por ejemplo la zona central peninsular) está perfecto. Si no, como le ocurren a los cultivadores de costa, isleños o zonas lluviosas,  tendremos que imitar esas circunstancias con una vinoteca o nevera de semillas. 

Gracias a la oscuridad de estas estancias, a las temperaturas bajas, al frío seco y a los 15 días mordiéndote las uñas sin probar el hachís....se nos queda una extracción totalmente orgánica, totalmente seca y absolutamente increíble. Con toda esa bandeja llena de hachís esparcido, podemos hacer varias cosas con él: dejarlo así sin más e ir pellizcando cada vez que queramos un porro; prensarlo sobre si mismo en formato “huevo” o “bellota” para su mejor almacenamiento y/o curado; o ponerlo al estilo americano, juntarlo todo en una caja para extracciones o plancharlo. Vais a flipar cuando pilléis un rodillo y con un poco de calor intentéis hacer una masa fina, el resultado es una placa de hachís cristalino que parece una extracción con solventes tipo amber glass o shatter. 

Gracias de nuevo a Gramovatio, Sinsemilla Inca y Madrid Center Grow por acogernos y compartir con nosotros sus técnicas, experiencias y resultados.

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