La supervivencia del cannabis al estrés

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18 May 2013

Es igual que se cultive el cannabis en un balcón, un armario o en el campo, lo que es seguro es que las plantas de cannabis sufren estrés, como lo hacen todos los organismos.


Es igual que se cultive el cannabis en un balcón, un armario o en el campo, lo que es seguro es que las plantas de cannabis sufren estrés, como lo hacen todos los organismos.

Es igual que se cultive el cannabis en un balcón, un armario o en el campo, lo que es seguro es que las plantas de cannabis sufren estrés, como lo hacen todos los organismos.

El estrés no es completamente malo para el cannabis. Por ejemplo, una brisa fuerte fuerza a las plantas a dedicar energía a fortalecer su tallos, lo que significa que al llegar la floración serán capaces de soportar el peso de más cogollos.

La sed y el hambre fuerzan a las plantas a penetrar más profundamente en el suelo en busca de nutrientes, lo que se traduce en raíces más fuertes y abundantes y una mejor absorción de nutrientes.

Las técnicas de formación de estrés reducido sirven para crear una forma y estructura en las plantas, doblando ramas y con otros sistemas, permite la máxima producción.

El estrés tampoco es completamente bueno para el cannabis. El estrés producido por el calor reduce el crecimiento y la producción de las plantas. Resulta muy difícil combatir el estrés por exceso de temperatura cuando se cultiva en exterior en un clima cálido, o en interior cuando el sistema no tiene una ventilación adecuada ni aire acondicionado.

Cuando la temperatura ambiente se eleva por encima de 25º C, las plantas dejan de estar felices. Si el calor sobrepasa los 29º C, especialmente si las plantas tienen sed, puede llegar a matarlas o dañarlas tanto que nunca lleguen a recuperarse completamente.

En interior o en exterior, las plantas tienen que lidiar con el calor, el frío, la sequía, la luz intensa, los problemas nutritivos y otros factores estresantes. Algunos de ellos llevan a las plantas a ser más fuertes y productivas, mientras que otros son demasiado estresantes para que la planta los maneje y acaban reduciendo el crecimiento y la productividad.

La mejor táctica para luchar contra el estrés en las plantas hidropónicas es ofrecerles un programa nutritivo básico de calidad, agua limpia y un medioambiente de cultivo lo más parecido posible al ideal. También se pueden usar algunos nutrientes hidropónicos específicos que ayudan a combatir el estrés.

Hay tres suplementos que refuerzan la resistencia de las plantas al estrés. Uno de ellos es el silicio. Este material suele ser tan abundante en una tierra fértil que nos olvidamos del hecho obvio de que no es, ni mucho menos, tan abundante en la zona radicular de la mayoría de los sistemas hidropónicos.

El silicio se añade a las plantas en forma de silicato de potasio,  la fórmula hidropónica de silicatos que se use debe estar correctamente configurada para lograr la máxima absorción. Los cultivadores profesionales utilizan un producto llamado Rhino Skin como fuente de silicato de potasio para sus plantas.

Cuando se añade silicato potásico a un nutriente hidropónico las plantas obtienen un aporte extra de un compuesto que realmente necesitan para su integridad y fuerza estructural. Las paredes celulares internas y externas se vuelven más fuertes, lo que contribuye a reducir el estrés por calor y los ataques de las plagas. El funcionamiento general de la planta mejora al añadir silicio a los nutrientes hidropónicos.

También se pueden usar vitaminas del grupo B para reducir el estrés de las plantas. Un suplemento de vitamina B ayuda a las personas cuando sufren estrés, este compuesto actúa de forma similar con las plantas hidropónicas. Las vitaminas B ayudan a las funciones metabólicas de manera distinta a como lo hacen los nutrientes hidropónicos. La vitamina B ayuda a reducir el estrés de la hidroponía y, al mismo tiempo, aumenta la producción floral y la potencia. Prueba Organic B, que funciona con nutrientes orgánicos y sintéticos.

El estrés que sufren las raíces en los sistemas hidropónicos viene del exceso de riego, un pH incorrecto en la zona radicular, sobrefertilización o mala calidad de los nutrientes hidropónicos, patógenos y limitaciones espaciales.

En hidroponía, los hongos y bacterias beneficiosos estimulan y protegen las raíces para que resistan las enfermedades, el exceso de riego, los nutrientes demasiado concentrados y otros problemas. La ventaja añadida es que los microbios beneficiosos también mejoran la actividad de las raíces por lo que las plantas absorben agua, nutrientes y oxígeno más eficientemente.

Al igual que suplementando vitamina B y silicio, añadiendo microorganismos beneficiosos a la zona radicular se obtiene mucho más que una protección contra el estrés, se logran cosechas más grandes y valiosas.

El estrés puede inducir a las plantas de cannabis a mejorar su rendimiento y volverse más fuertes y productivas. O el estrés puede exceder la capacidad de la planta para manejarlo y reducir su salud y productividad. Usando las tácticas y suplementos de los que hemos hablado en este artículo se puede ayudar a las plantas de cannabis a manejar el estrés con éxito para obtener cosechas más grandes y con más THC.

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