Seminarios hidropónicos en Madrid

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19 Apr 2013

Muchos conocerán al mítico Houseplant cómo el primer growshop de España, tras 15 años de experiencia junto a los cultivadores, ponen en marcha una iniciativa para la formación de cannabicultores.


Muchos conocerán al mítico Houseplant cómo el primer growshop de España, tras 15 años de experiencia junto a los cultivadores, ponen en marcha una iniciativa para la formación de cannabicultores.

Muchos conocerán al mítico Houseplant cómo el primer growshop de España, tras 15 años de experiencia junto a los cultivadores, ponen en marcha una iniciativa para la formación de cannabicultores. 

Con todos los asientos ocupados, comenzamos el seminario 
Uno de los sistemas de cultivo que cada vez se demanda más y cada vez con mayor ignorancia, son los cultivos hidropónicos y aereopónicos. Para un cultivador novel, instalar y mantener uno de estos sistemas de cultivo puede llegar a ser  una odisea. Plantas con raíces podridas, raíces que taponan los conductos, conductos de agua que se desbordan, plagas, hongos… En Houseplant entendieron que no servía de nada vender un Aeroflo si el cultivador no sabe usarlo; son sistemas de alto rendimiento que precisan de la meticulosidad, precisión y atención de un amante.

¿Qué es la hidroponía?

Literalmente, la hidroponía es el arte de cultivar sin tierra, por lo que se usan otros materiales como sustrato: fibra de coco, arlita o lana de roca entre los más sencillos de usar y encontrar. A diferencia de la tierra, estos sustratos son inorgánicos e inertes,  lo que nos obliga a introducir todos los nutrientes necesarios. Así pues, la solución de agua con nutrientes caería desde arriba sobre las raíces o inundaría el tanque para alcanzar a estas.  En este sistema de flujo y reflujo del agua, esta se va oxigenando, tanto así que no existe ningún sistema de cultivo que proporcione mayor oxigenación a las raíces. Esta es la mayor ventaja de un cultivo hidropónico.

Dentro de los sistemas hidropónicos, existen varios tipos y modelos. En dos grandes categorías, los clasificaríamos en activos y pasivos.  Los activos, son aquellos que funcionan por alimentación superior o por inundación (y consecuente drenaje). Estos sistemas recirculan el agua una y otra vez por las plantas, por lo que el Ph y EC van a variar y he aquí el quid de su complicación. En cuanto a los pasivos, para muchos considerados ya obsoletos, no recirculan el agua, por lo que el riego con nutrientes sólo se aplica una vez y se desecha.

Tipos de sistemas hidropónicos activos

-Sistema de flujo y reflujo: Funcionan inundando el tanque y drenando luego la solución con nutrientes, siendo los más sencillos en su clase. Sobre una mesa de cultivo se colocan las macetas o slabs de lana de roca para que se inunden entre 4 y 10 cm. El agua, al ser bombeada hacia arriba, pasa por las raíces y empuja el aire pobre en oxigeno, hasta que llega a un nivel en el que vuelve a ser drenada al depósito. Así este ciclo se repite varias veces al día.

-Por alimentación superior: Funcionan bombeando el agua a través de tubos hasta las plantas. La solución de nutrientes cae por el medio de cultivo hasta llegar a las raíces, donde algunos son absorbidos y otros son drenados de nuevo  al depósito. Dentro de los sistemas hidropónicos son los más recomendables en cuanto a la relación entre facilidad de cultivo y producción.

-Por planchas de alimentación superior: Se usan planchas de fibra de coco o lana de roca a modo de maceteros múltiples sobre una bandeja de cultivo. Mediante un sistema de goteo, el agua con nutrientes es bombeada del depósito hacia las plantas. El agua sobrante se va depositando sobre la bandeja para ser drenado a un cubo (o desagüe) y vuelta a empezar. Este modelo sería el tipo más barato y casero de los sistemas hidropónicos.

-Sistemas NFT (Nutrient Film Technique): Se basa en la técnica de película de nutrientes por recirculación. La solución va pasando por un canal que comunica con todas las plantas y que vuelve al depósito. Este flujo de agua se mantiene continuo durante las 24 horas. Lo que se consigue es un sistema con la máxima aireación y oxigenación, lo cual masificarán la producción y sus dificultades.

Esterilización, riegos y nutrición

Feisal, estimulante y didáctico profesor de cannabicultura
Hemos decidido que sistema usar, lo tenemos montado y queremos empezar. Puede que el cultivo sea prestado, de segunda mano o que no sea nuestra primera puesta en él. En tal caso, es muy importante la esterilización de nuestro sistema.  Para empezar, los sustratos evitaremos reutilizarlos, máxime si son fibra de coco o lana de roca. En el caso de la arlita podríamos usarla de un cultivo a otro, siempre y cuando la esterilicemos de la siguiente manera: dejamos en remojo las bolas de arcilla en un cubo con agua y un 5% de lejía (sin ningún tipo de aroma) durante dos horas; retiramos la solución, remojamos y volvemos a dejar las bolas de arcilla cubiertas de agua con su Ph controlado durante dos horas más. Ya estarían listas para usar.

En cuanto al resto de material del sistema de cultivo, lo limpiaremos también muy minuciosamente, todas y cada una de las piezas (desde las cestas, canales y tubos hasta los tanques y las bombas). De este modo, nos aseguramos de que no haya ningún tipo de residuo de bacteria u hongo y podremos comenzar a cultivar en un medio realmente estéril. Para mantenerlo así durante todo el proceso, se aconseja usar Previcure de Bayer, un producto caro y poco conocido en el mundo de la cannabicultura, pero de eficacia sorprendente.

El tentempié del recreo
De lo más importante en un cultivo hidropónico es la calidad del agua con la que se hacen los riegos. Para hacernos a una idea, una mala solución de nutrientes poco aireada y con una temperatura considerable, acabaría con nuestro cultivo en cuestión de días. Para evitar esto, usamos una bomba recirculadora en el depósito, más otra bomba aireadora con piedra difusora. Obtendremos así una aireación total de la solución con la que regaremos. Para mejorar aún más la calidad del agua y su porcentaje de oxígeno, lo ideal es mantenerla a una temperatura entre 17 y 20 grados (de no ser así, el agua perdería oxígeno). Para ello, podemos usar un enfriador, como los que se usan en los acuarios (recomendable que sea indicado para el doble de capacidad del depósito que usemos).

La pregunta del millón: ¿cada cuánto cambiar el agua del depósito? Aunque se recircule o le apliquemos más nutrientes, la calidad del agua va a disminuir. Para depósitos de tamaño bajo y medio lo ideal es cambiar cada semana. Para tanques grandes (a partir de 1.000 litros) se puede mantener durante 2 semanas. En cuanto a la nutrición, existen muchas marcas y líneas enfocadas al cultivo hidropónico. Elijas cual elijas, siempre tendrás que mantener la calidad del agua como te hemos explicado y la recomendación de cualquier casa es que utilices solo la gama que hayas decidido.  Los nutrientes de una misma gama se complementan los unos con los otros, por lo que al mezclar productos de diferentes lineas o marcas puedes crear deficiencias nutricionales. Y siempre, absolutamente siempre, mide el pH y la EC.

El pH y la EC

Reparación del sistema hidro en la parte práctica
O en otras palabras la acidez del agua y su electro conductividad.  En los sistemas hidropónicos es muy importante el pH y EC del agua, por lo que es necesario vigilarlo casi constantemente (varias veces al día).

Lo ideal es que nuestro sea entre 5,5 y 6,5, aunque la exactitud va a depender de la gama de fertilizantes que estemos usando.  Existen diferentes tipos de medidores de pH en el mercado, algunos baratos que se terminan descalibrando al segundo o tercer cultivo (lo que nos llevaría a crasos errores) u otros que se pueden considerar una inversión  a largo plazo, tanto por su precio como por su durabilidad y precisión.  Una vez medido el pH de nuestra agua, si sale de los parámetros ideales simplemente habría que usar un producto específico para subirlo o bajarlo. Sigue las instrucciones del fabricante de cada corrector y deja que se mezcle todo bien.

Por su parte, la EC nos va a determinar la cantidad de nutrientes de nuestra solución. Esta concentración de nutrientes se mide según su poder de conducción de la electricidad en el medio líquido, en otras palabras, la electro conductividad (EC). Cada planta necesita un EC determinado y cada producto o fertilizante que se use, aportará y variará la misma. Para más inri, el agua convencional puede ir cargada de impurezas y residuos que no alimentarán a nuestras plantas, pero que igualmente conducirán la electricidad por el medio líquido.

Es necesario medir todos los días el EC del agua de riego, sobre todo si hay pérdidas por evaporación, ya que habría menos agua y la misma cantidad de sales minerales. Esto implicaría que el porcentaje de materiales que conducen la electricidad es mayor, hasta llegar a un punto que ni si quiera podríamos regar las plantas. Para evitar esto, deberíamos de verter un poco de agua en el depósito para rebajar la electricidad, lo cual nos llevaría a controlar de nuevo el pH.

Puedes ver el reportaje fotográfico y el video de la jornada completa en nuestro perfil de Facebook (Spain SoftSecrets)

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