Purificación de una en extracción en seco con etanol

Exitable
20 Dec 2012

Si en el número anterior de Soft Secrets trajimos las recetas de las extracciones con gas (BHO) y su purgado (budder), en este número nos quedamos con los alcoholes puros: el etanol. Nunca se llega a la extracción perfecta, pero siempre se intenta conseguir más pura, más limpia. Parafraseando a Ali G, "de la vida lo bueno, de lo bueno lo mejor", ese era el concepto clave para esta extracción. Se trata de extraer los cannabinoides que a su vez ya han sido extraídos de la materia vegetal. Es decir, sacar el aceite del polen casero.


Si en el número anterior de Soft Secrets trajimos las recetas de las extracciones con gas (BHO) y su purgado (budder), en este número nos quedamos con los alcoholes puros: el etanol. Nunca se llega a la extracción perfecta, pero siempre se intenta conseguir más pura, más limpia. Parafraseando a Ali G, "de la vida lo bueno, de lo bueno lo mejor", ese era el concepto clave para esta extracción. Se trata de extraer los cannabinoides que a su vez ya han sido extraídos de la materia vegetal. Es decir, sacar el aceite del polen casero.

Si en el número anterior de Soft Secrets trajimos las recetas de las extracciones con gas (BHO) y su purgado (budder), en este número nos quedamos con los alcoholes puros: el etanol. Nunca se llega a la extracción perfecta, pero siempre se intenta conseguir más pura, más limpia. Parafraseando a Ali G, “de la vida lo bueno, de lo bueno lo mejor”, ese era el concepto clave para esta extracción. Se trata de extraer los cannabinoides que a su vez ya han sido extraídos de la materia vegetal. Es decir, sacar el aceite del polen casero.

1º Llenamos el tamiz de 220µm con la hierba, tapamos y agitamos entre 2 y 5 minutos
No podríamos empezar sin agradecer enormemente a todas las personas que han colaborado directa e indirectamente en la elaboración de la extracción para este artículo. A GrowLand por su asesoramiento técnico, a Tamizmeitor por sus tamices y guía en la extracción en seco, y a todos los que han puesto un puñado de marihuana en pos de la investigación cannábica. Gracias.

A modo introductorio, veamos qué es lo que vamos hacer y que nos hace falta para hacerlo. La idea original de la extracción con etanol sobre el hachís tiene como objetivo limpiar de impurezas y cortes la placa de polen para sacar un aceite puro. Pero como queríamos sacar lo más puro de lo puro, nos alejamos del hachís comercial y nos decidimos por hacerlo nosotros mismos, asegurándonos que no llevaba ningún tipo de impureza tóxica, ni cualquier método de adulteración.

2º Recogemos la extracción y la volvemos a pasar por un tamiz de 104µm
Para la extracción del polen, necesitaremos en primer lugar una cantidad considerable de hierba, que bien pueden ser cogollos o rastrojos. Para que nos salga un resultado final considerable, no es recomendable usar menos de 30g de Marihuana. El tamiz o malla que uses habitualmente para extracciones en seco o en mojado. Nosotros usamos un kit de extracción en seco cedido por Tamizmeitor.

Para la extracción de los cannabinoides del polen con Etanol, usamos el hachís casero, Etanol, una matraz más un embudo, filtros de laboratorio, un vaso ancho, carbón activo en polvo, 2 bandejas de pyrex (una mayor que la otra), cuchillas de afeitar y agua al punto de ebullición. Se trata de una extracción sencilla, que no barata, pero con unos resultados exquisitos. Veamos cómo se hace.

Extracción en seco

3º Recogemos los tipos de hachís para bañarlos en etanol
Cogemos nuestra materia vegetal bien picada (no menos de 30 gramos) después de tenerla una hora en el congelador. Que la hierba esté fría, facilitará a la separación de los tricomas. Nosotros, usamos las mallas de extracción en seco de Tamizmeitor (que consta de una caja y dos tamices de 220 y 104 micras), aunque también existe un kit de extracción en mojado. Metemos el tamiz en la caja con la hierba picada encima, dos monedas, tapamos y a remover entre dos y cinco minutos.  Abrimos la caja y damos unos golpes al tamiz (sin nada cortante) para que se caigan los tricomas que se han pegado a la malla.  Ya podemos recoger todo el polvillo dorado que tenemos debajo, una vez lo tenemos, lo volvemos a filtrar esta vez con la malla de 104µm. Sin agitar la caja, vamos repartiendo y expandiendo el polvo por la superficie del tamiz, dando algunos golpecitos para que no se quede pegado nada a la malla.

4º Sobre una matraz con un filtro, vertemos un 10% del peso del hachís en etanol
Ahora tenemos dos extracciones en seco, una sobre la malla de 104µm, con un color verdoso y otra extracción debajo, más fina y más dorada. Puestos que íbamos a disolverlo luego todo en Etanol, decidimos no usar las extracciones por separado y las juntamos en una. Con tan suculento manjar ya de por sí, nos fuimos corriendo a GrowLand para seguir con el resto de la extracción.

Extracción con etanol

Llegamos a GrowLand y el resto del material está ya preparado. Esta parte del proceso es lo que sería la extracción propiamente dicha del aceite puro que vamos a sacar. En primer lugar, montamos el matraz con el embudo encima, sobre este un filtro de papel de laboratorio que hemos cortado y doblado a medida. Volcamos todo el hachís casero dentro de la copa del embudo forrado con el filtro. Hay que fijarse bien en usar la matraz y el embudo adecuados en cuanto a su tamaño. Las medidas de estos nos van a venir dadas por la cantidad de hachís que tengamos (si tenemos mucha cantidad, habrá que usar una matraz y embudos más grandes).

5º Dejamos que se filtre todo el etanol arrastrando cannabinoides y ceras
7º Volvemos a filtrar esta nueva disolución
Ahora toca verter el etanol sobre el hachís, que lo empape y que empiece a gotear hacia el fondo de la matraz. Otro dato importante ¿cuánto etanol usamos?. Lo ideal es usar una relación de uno a diez entre el peso del hachís y el etanol. En nuestro caso, que teníamos poco más de 15 gramos, usamos 150ml de etanol. Una vez medido el alcohol puro, lo vertemos poco a poco sobre el polen y dejamos que filtre todo. El etanol disuelve todos los cannabinoides y las ceras del hachís, pasan por el filtro hacia abajo, dejando arriba todos los residuos de la extracción en seco.

El líquido que se iba condensando en la base de la matraz tenía un color verde fluorescente parecido a la kryptonita. Esto se debe a las ceras de la materia vegetal, que se encontraban disueltas en el etanol junto a los cannabinoides.

8º Con un baño maría, se evapora el etanol dejando sólo los cannabinoides

Ahora toca separar las ceras de la mezcla etanol-cannabinoides. Para ello, vaciamos  el matraz en un vaso ancho y vertemos tres cucharadas soperas de carbón activo en polvo. Removemos hasta tener una mezcla homogénea. Quitamos el papel de filtro de laboratorio con un residuo de hachís inservible, recortamos uno nuevo para filtrar el carbón activo.  La función del carbón activo en esta parte del proceso es la de absorber las ceras del etanol, dejando esta vez una disolución prácticamente transparente. El proceso de filtrado del carbón activo es más lento, hasta el punto de poder obturarse el filtro por las ceras y el carbón, por eso vamos vertiendo poco a poco sin permitir que desborde nunca. Si se desbordarse o se rompiese el papel del filtro, se colarían carbón y ceras en el etanol y habría que empezar el filtrado de nuevo. Por lo que ni tocar, ni remover, ni desbordar el filtro.

9º Con una cuchilla recogemos la fina capa de la bandeja. Esto es lo que queda
Después de este proceso largo, pues cae gota a gota, ya tenemos una solución limpia de ceras e impurezas, pero llena de etanol. El siguiente proceso es separar los cannabinoides extraídos del etanol. Para ello, usamos un proceso parecido al de la extracción de BHO (ver Soft Secrets nº5 2012, página 22 “Del BHO al Budder”) con el baño maría. Con dos bandejas de cristal o pírex, una que quepa dentro de la otra, hacemos un baño maría con agua hirviendo. Sobre la superficie caliente de la bandeja de arriba, comenzamos a verter la disolución de etanol poco a poco, dejando que se reparte y esparza por la superficie. Para repartir el etanol por la superficie, no movemos las bandejas, sino que lo repartimos soplando con mucho cuidado de que no caiga ningún pelo, pestaña o saliva. El agua debe de estar muy caliente, casi al punto de ebullición, por lo que cada vez que se enfríe (que no llegue a templada) hay que renovarla.

Con este proceso, el etanol se va evaporando (cuidado de no aspirar los gases) y queda una finísima capa pegajosa, casi imperceptible, sobre la superficie de la fuente. Esta es la extracción pura, con unas cuchillas de afeitar se va a recoger. Nos queda menos de 1 gramo de aceite puro y totalmente libre de impurezas o residuos.  Lo mejor es calentar el clavo de un oiler y probar que tal ha salido. Exquisito caviar de THC, máxima concentración.

Puedes ver el reportaje fotográfico completo en nuestro perfil de Facebook: Spain Soft Secrets

E
Exitable