Pio Font Quer: el botanico honesto.

Esta primera edición de la feria GrowMed, queremos dedicársela al insigne botánico Pio Font Quer.

Esta primera edición de la feria GrowMed, queremos dedicársela al insigne botánico Pio Font Quer, autor del Dioscórides Renovado, todo un avance en la botánica de su época, con un notable elenco de plantas medicinales ibéricas, donde también hay sitio para las denominadas plantas mágicas, como el cannabis, o incluso hablar de María Sabina y los hongos mágicos. Hay que destacar que el artículo de Wasson sobre los hongos mágicos aparece en 1957 en inglés y Font Quer ya lo incluye en la primera edición del Discorides en 1961. Todo un prodigio de información actualizada, sobre todo si se tienen en cuenta todos los prejuicios de la época

Pio Font Quer (Lerida 1888 – Barcelona 1964) fue doctor en farmacia y licenciado en ciencias químicas con premio extraordinario. Entusiasta defensor y conservador de las plantas medicinales, concretó esta pasión en más de 200 publicaciones, a día de hoy hay tres que se siguen vendiendo con frecuencia en las librerías: “Dicccionario de Botánica”, “Botánica Pintoresca” y la magna “Plantas medicinales: el Dioscórides renovado”. Esta última obra es una docta exposición de las plantas medicinales de la península ibérica, donde se hace la descripción de 678 especies, con 752 dibujos originales, además de 58 mapas de distribución de estas especies en España.

En la actualidad hay una gran revolución en el cannabis medicinal, al conocer cada vez mejor las virtudes de cada variedad. Gracias al análisis de los cannabinoides, ya no es posible aducir contra la planta que no es cuantificable, ni predecible. La necesidad de análisis vegetal para solventar la variabilidad de los principios activos ya aparece comentado en el Dioscórides renovado: “Para obviar estos inconvenientes, tratándose de plantas muy activas y de actividad variable, según las estirpes de las mismas o según las condiciones en que se crían, se analizan antes de utilizarlas y se suministran adecuadamente valoradas”. ¡Cuán grato le hubiera sido a Font Quer disponer de cromatógrafos de capa fina como los que ofrece la tecnología actual!.

Hay quienes pretenden que el cannabis medicinal debe ser exclusiva de las empresas, que patentarían los principios revelados en los análisis y los presentarían en las farmacias convertidos en medicamento. A la planta se le seguiría negando utilidad médica alguna. Esto no es nuevo. También Font Quer se opuso en sus día a esta pretensión monopolística con una palabras tan de actualidad que queremos utilizarlas para acabar:

“A menudo, las grandes empresas farmacéuticas extraen las consabidas sustancias que propinan a los enfermos en lugar de las propias plantas. De lo que resulta mayor facilidad en la administración, pero en el fondo se suministran a los pacientes idénticas sustancias, ora por vía extractiva, ora elaboradas con artificio, según la síntesis química. Por consiguiente, el uso de las plantas medicinales como remedio, en el fondo, no suponen ningún cambio de criterio fundamental, porque nadie negará que cada una de ellas es como un bote de boticario, con éstas o aquellas substancias sanativas contenidas en su seno.”