Regulación del cultivo, la venta y el consumo de cannabis en Euskadi.

Exitable
29 Dec 2011

De esta forma, Euskadi sería la primera comunidad que reconoce el 'uso social'.


De esta forma, Euskadi sería la primera comunidad que reconoce el 'uso social'.

El Gobierno vasco trabaja en la regulación del cultivo, la venta y el consumo de cannabis para cubrir el actual vacío legal sobre una actividad "consolidada en la sociedad". De esta forma, Euskadi sería la primera comunidad autónoma que reconoce y por tanto legisla el 'uso social' de la marihuana. Siempre que claro, no pase como en California y esta regularización autonómica lógicamente entre en conflicto con lo estipulado a nivel legislativo a nivel nacional.

Como sea, el sexto Plan de Adicciones del País Vasco pareciera más interesado en retrasar la iniciación en el consumo del alcohol, y plantar cara al tabaquismo que en criminalizar "el cultivo, la venta y el consumo" de cannabis. Y por primera vez,  el plan se ocuparía de otras adicciones, como la ludopatía, o la adicción a las redes sociales e Internet.

La regulación sería "permisiva" con el cannabis, siempre que el consumo sea "responsable" bajo el criterio de "que es mejor ordenar que prohibir conductas ya consolidadas en la sociedad.

Es decir, bajo la lógica que es preferible entender que lo que hagan los ciudadanos mayores de edad en su esfera privada no es asunto de la justicia mientras hagan un uso responsable que apostar por la persecución, que tiene como consecuencias «la clandestinidad, la delincuencia, los mercados negros y las injusticias en los países productores».

En palabras del mismísimo viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, el criterio sería «dejar un cierto espacio a la autonomía personal» siempre y cuando, sin excepciones, se garantice que existe una información completa sobre las consecuencias que tienen determinados consumos y el respeto absoluto a la salud de los demás.

La regulación es compleja respecto al Código Penal y la Ley de Seguridad Ciudadana (conocida como Ley Corcuera), por eso las distintas asociaciones de usuarios de cannabis llevan años reclamando acabar con ciertamente esta «inseguridad jurídica» en la que se encuentran.

Con esta regulación la situación de estos clubes, cambiaría, y a que a pesar de que son entidades debidamente autorizadas (pagan licencia de actividad, etc.), padecen a menudo la incautación de sus plantas y  lo que es peor, la detención de sus socios. Aunque en las mayoría de ocasiones estos atropellos jurídicos no prosperen, como en una ocasión, que la Audiencia de Vizcaya obligó a las autoridades policiales a devolver las plantas incluso. 

Legitimación de los clubes. 

Las 15 asociaciones vascas agrupadas en la federación Eusfac participan en la comisión técnica que trabaja en esta futura ley de adicciones, con más de 3.000 miembros.  Son los principales interesados, muchos de ellos consumen con fines terapéuticos, y nadie quiere confiar su salud a los mercados negros, claro.

Como la venta no es posible porque está tipificada y castigada, la tendencia es hacia el asociacionismo con restricciones o derecho de admisión, y el cultivo colectivo.

Estas asociaciones, funcionan sin ánimo de lucro, y tienen un código de autorregulación como en el caso del donostiarra Ganjazz club, que exige tener 21 años para asociarse o contar con el aval de otro miembro. Como curiosidad, la mayoría de sus miembros tiene entre 31 y 45 años.

 

E
Exitable