Jelly Hash, un potente manjar

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22 Jul 2011

En este número vamos a explicar cómo preparar nuestro jelly, una mezcla de extracciones que da como resultado una resina de la más alta calidad. Para llegar a conseguir una pieza con un buen nivel de pureza debemos seguir varios pasos, espero que estos consejos os ayuden.


Resina extraída en seco en caja de curado

Extracción en seco

En primer lugar empezaremos por la parte más sencilla y conocida por cualquier consumidor de cannabis, la extracción en seco y/o en hielo de los tricomas. El resultado será el primer componente del jelly.
Para trabajar en seco podemos utilizar cualquiera de los sistemas clásicos que todos conocemos, un varillado en un tamiz, agitadores manuales, cajas de extracción de cilindro...Siempre que utilicemos un material de calidad cualquiera de estos sistemas nos sirve, aconsejo que la hierba tenga por lo menos un par de meses de curado, para evitar en lo posible la clorofila y que esté en su punto óptimo de potencia. Una de las cosas que más me gusta al realizarlo así es que no tenemos que esperar a secar la resina, los terpenos se mantienen mas íntegros, por lo tanto solemos retener un mejor aroma/sabor. Pero si queremos mantener un alto nivel de calidad, será complicado sacar un porcentaje decente sobre el peso sin introducir impurezas.
Algo que funciona muy bien y aumenta mucho la producción es introducir hielo seco en los tambores giratorios, así mantenemos una temperatura baja constante, a la vez que ayuda a que se rompan mucho mejor los tricomas. Ojo que siempre hablamos de hielo seco, también conocido como nieve carbónica, este cuando se evapora no deja residuo líquido, lo que lo convierte en un poderoso aliado. Siempre en un lugar ventilado, ya que libera dióxido de carbono y con guantes térmicos para manipularlo o podríais sufrir quemaduras en la piel y/o aparato respiratorio.
También podemos leer en este número como Juanito Manoverde nos mostraba su efectivo e interesante método utilizando nitrógeno líquido, consiguiendo muy buenos resultados en poco tiempo. Me parece muy recomendable.

Preparando el hielo y el material

Extracción con hielo: Ice

En este caso, si queremos maximizar los resultados lo mejor será que optemos por la extracción con hielo. Si utilizamos unas mallas de calidad y con los micrajes correctos ya tenemos una parte ganada, luego hacer buen acopio de hielo para poder mantener la temperatura del agua lo más baja posible durante el proceso.
Aunque actualmente hay lavadoras preparadas para esta función y que realizan un buen trabajo, desde mi experiencia si tenemos tiempo obtendremos un mayor control si realizamos el proceso a mano. En batidas ligeras, seremos menos agresivos y por tanto romperemos menos materia vegetal que no nos interesa. Si utilizamos un recipiente grande le daremos mucho más espacio a los cogollos para liberar sus cabezas. No es lo mismo una amalgama de hierba húmeda en un volumen de agua de quince litros que en cien, donde sí encuentra espacio para abrirse y liberar su carga.

Resina obtenida con el hielo

Extractor de acero quirúrgico

Utilizando hojas pequeñas de la manicura se obtiene un buen resultado, pero si podemos utilizar cogollos lo ideal es desmenuzarlos ligeramente con la mano, no grindearlos. Si no lo hacemos la mayor parte de resina quedará atrapada en el interior. Realizar ciclos de batido y de reposo de aproximadamente quince minutos, suele dar una gran calidad, debemos ir añadiendo hielo para mantener siempre un mínimo visible. Si la temperatura sube deja de ser efectivo el método. La idea es que los tricomas al estar helados precipitan en el agua gélida y la materia vegetal flota por el aire retenido.
Una vez finalizada esta parte, procedemos a retirar con un colador de cocina las primeras capas que quedan flotando, exprimiéndolas entre las manos para intentar liberar el máximo de líquido. Luego pasamos a otro recipiente donde tenemos puestas las mallas, por supuesto la más gruesa en la parte interna, y la más fina como última capa. Una vez hemos trasvasado todo dejamos cada malla sobre una servilleta de cocina para que ayude a sacar el excedente de agua. Recogemos el producto y lo ponemos en un plato, donde con una cuchilla vamos picando y haciendo lo más pequeño posible el grano, hasta poder pasarlo por un colador de cocina a modo de rallador de queso, ejerciendo una ligera presión con los dedos y haciéndolo rodar hasta que nos quede un polvo fino en el plato.

El gas empieza a salir arrastrando los tricómas

Depositamos la bandeja al baño maría

Lo dejamos sobre un cartón o papel de cocina y le damos unos días para que expulse cualquier resto de humedad, por lo menos una semana. Si caemos en la tentación de prensarlo al momento, aunque el resultado pueda parecer a simple vista bueno, en unos días se desmoronará o partirá como una piedra, perderá su elasticidad y propiedades organolépticas, así que si no queremos estropear el trabajo hecho hay que dejarlo reposar.
Cuando está bien seca lo ideal es guardarla en este formato de polvo y trabajar la pieza que deseemos consumir. En este caso la reservamos para su posterior mezcla con el aceite que vamos a extraer como segundo componente.

Extracción del BHO (Butane Hash Oil)

Llegados a este punto ya tenemos una de las dos parte que utilizaremos, así que pasamos a la parte más complicada y delicada de este proceso. Vamos a realizar la extracción del BHO y aquí sí que hay que poner mucho tiento. En primer lugar quería agradecer su ayuda para escribir con criterio sobre este tema a mi amigo el maestro Leocadius, uno de los auténticos craks de la red en cuanto a extracciones.
Extraer aceite con gas es fácil, hacerlo bien es otro tema que conlleva una labor que oscila entre repostero y químico. La mayoría de extracciones que observo muestran un elevado nivel de gas retenido, esto es lo que tenemos que evitar como objetivo principal, los mercaptanos contenidos en éste son muy tóxicos y no es nada buena idea consumirlo. La palabra mercaptano significa "capturado por mercurio", nada de lo que nos interese estar cerca.

Realizando el primer purgado

BHO, listo para su consumo

Para empezar intentaremos conseguir un gas de alta calidad y que esté refinado, algunas de las marcas más utilizadas son colibrí, vector o zplus, pues presentan un contenido mucho más bajo de impurezas. Voy a utilizar un extractor de acero quirúrgico, construido por Leocadius, este tiene una precámara para el carbón activo, así el gas antes de llegar a la hierba ya se libera de contaminantes y trazas.
Llenamos el extractor de material sin apretar, pero sin dejar espacios, necesitamos que el paso del gas sea rápido y que esté en contacto con la mayor superficie posible de hierba, una vez mas y al igual que con el "ice", si utilizamos cogollos los desgranaremos con los dedos, no con el grinder. Cuando lo tenemos lleno lo depositamos en el congelador y de compañía las botellas de gas que vamos a utilizar, por lo menos treinta minutos. Si lo dejamos toda la noche mejor.
Necesitaremos un recipiente de pyrex, que es vidrio de borosilicato, con mayores prestaciones como resistencia a los cambios térmicos, disolventes y ácidos en comparación al vidrio común. Cuanto más grande sea, más sencillo será realizar los purgados, también necesitamos un segundo recipiente mayor que el primero donde realizar el baño maría.
Con estos pasos hechos y siempre al aire libre, procedemos a pasar el gas por el tubo lleno de cogollos sobre el recipiente de pyrex, en unos segundo empezamos a ver como sale el gas licuado y va cubriendo el fondo, cuando la primera botella pierda un poco de fuelle es preferible cambiar a la siguiente en seguida para mantener la presión.

Budder, bho emulsionado

Moldeando el jelly

Ya tenemos una fuente con varios dedos de solución, la introducimos en el segundo recipiente que hemos llenado previamente de agua lo más caliente posible, todo esto siempre lejos de los fogones de la cocina, mecheros o interiores cerrados. Veremos cómo rápidamente empieza a evaporarse, formando unas burbujas que debemos ir pinchando con un alfiler para que se libere el gas. En unos minutos tendremos una capa de aceite en el fondo, cada vez más dura, pero que todavía no está lista para ser utilizada. Este primer purgado nos llevara muy poco tiempo, no más de dos minutos.
Dejamos que repose brevemente mientras volvemos a calentar el agua, repetimos el paso anterior depositando el pyrex al baño maría y de nuevo veremos como se forman burbujas que debemos ir rompiendo, si hay suerte y hemos realizado bien el proceso con este purgado ya nos debería quedar algo bastante limpio. Este segundo purgado nos llevará aproximadamente quince minutos.
Finalizado el segundo purgado debemos esperar por lo menos una hora, dejando que se enfríe. Lo calentamos por última vez para poder extraer el resultado de forma más sencilla, esto se debe hacer rápido, pues en pocos segundos se endurece tanto que no hay manera de sacarlo. Utilizaremos un juego de cuchillas para recoger en cada una de ellas parte del aceite, se cristalizará formando hermosas gemas, con colores que van desde el amarillo claro hasta el ámbar oscuro.

Bubbler preparado para fumar concentrados

Ya tenemos nuestro BHO, es la extracción más potente que podemos realizar, en nuestro caso lo utilizaremos para combinarlo con el polen seco, pero os aconsejo que guardéis una parte y lo probéis así, realmente es un deleite para los sentidos, pero solo para gente con una elevada tolerancia, pues esto nos puede dejar KO antes de darnos cuenta. Este tipo de extracto ofrece su mayor potencia dentro de la primera semana, por lo que es mejor que no preparemos mucho más del que vamos a consumir, si tenemos un excedente y queremos conservarlo por un tiempo lo guardamos en el congelador, para que mantenga el máximo sus propiedades.
A modo de anécdota, recuerdo que hace un par de años hice las primeras extracciones de este tipo, después de leer y oír un montón de veces en los vídeos que nunca se realizará en un interior, pensé que ya no había peligro en el proceso final y decidí realizar el purgado al baño maría sobre la olla que estaba en el fuego dentro de una pequeña cocina. Pensé que con esto me ahorraría unos minutos. Así que a los pocos segundos de depositarlo se formó una enorme bola de fuego que prendió los trapos de la cocina, los envoltorios de comida, mis cejas y perilla. Por suerte tenía un extintor a mano y pude apagar el fuego, pero os aseguro que del susto no pensé en fumar nada en lo que quedaba el resto del día.
Preparando el Jelly

Jelly listo para su sonsumo

Ya tenemos todo lo que necesitamos, las proporciones que utilizaremos es algo con margen y que tendremos que decidir de forma personal, pero podemos utilizar como base un veinticinco por cien de bho por cada setenta y cinco de resina. A partir de aquí ya depende de la textura y potencia que queramos conseguir, el resultado es tan cremoso que no necesita apenas presión para quedar cohesionado. De hecho lo difícil es que no lo haga.
El jelly es sin duda uno de los hash más potentes e impresionantes que podemos consumir, es siempre un placer tocarlo, moldearlo y observar esa apariencia gelatinosa, si disponemos de una pipa de cristal es como mejor podremos disfrutar de su propiedades. No tiene mucho sentido dedicar tanto esfuerzo a extraer la resina para volver a aplicarla sobre hierba o peor sobre tabaco. Al igual que no tiene sentido utilizar el aceite para enmascarar un polen mediocre, si realizamos esta mezcla es porque todos los componentes por separado son de alta calidad y juntos son más manejables, podemos dosificar mejor su potencia y consumo.
La pureza que tiene es suficiente como para consumirlo en un clavo de cristal o en un columpio de titanio, volatizándose sin dejar residuos, ofreciendo un sabor, olor y efecto limpio sin añadidos. Para mí ha sido un gran cambio el apreciar y disfrutar de este tipo de extracciones con pipas de cristal, en las que se evita el uso de mecheros, bien sea con los gadgets especializados para aceite o utilizando calentadores de punta cerámica para iniciar la combustión, si queremos cuidar al máximo nuestra salud también podemos adaptar un vaporizador al bong(por ejemplo) consiguiendo un vapor limpio y re-hidratado, cosa que se agradece.
Os animo a que en vuestra próxima manicura guardéis las hojas pequeñas, o los cogollos bajos y probéis a realizar vuestras extracciones, seguro que os sorprende el resultado. Felices fumadas, X.

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