Fotoperiodo y cultivo de exterior (tercera parte)

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03 Jun 2011

Existen abundantes especulaciones y algunos experimentos de como la luz ultravioleta incrementa la potencia del cannabis.


Luz ultravioleta

Existen abundantes especulaciones y algunos experimentos de como la luz ultravioleta incrementa la potencia del cannabis. La teoría se basa en que la planta usa el THC para protegerse de la luz ultravioleta, por lo que ante un aumento de la luz ultravioleta se incrementaría la cantidad de THC presente en la planta. Ya hace más de 30 años que lo señaló Robert Connell Clarke en su obra Marijuana Botany. Ed Rosenthal es también uno de los grandes defensores de esta teoría, basándose en la tesis doctoral de John Lydon, donde narra una serie de experimentos hechos sobre marihuana, allí queda claro que el THC protege a la planta mucho mejor de la luz ultravioleta que el CBD

Esto explicaría porqué las Sativas ecuatoriales y las plantas de alta montaña son las plantas con niveles más altos de THC, dado que son los lugares con mayor incidencia de la luz ultravioleta. Ya que durante el verano la incidencia de la luz ultravioleta es mayor, también explicaría en parte la mayor potencia de la marihuana con la floración forzada en los meses más intensos del verano, en lugar de  cosechada en otoño.

No está nada claro cuanto tiempo se deben usar y  en que momento y durante cuanto tiempo. Además hay artículos brillantes, pero otros han aportado más ruido que información. Jose T. Gallego es un ejemplo del primer caso, con una recopilación de datos muy buena en su artículo “THC y luz ultravioleta”, donde explica la base científica y cuenta estrategias de varios cultivadores, desde los que dan uno o dos periodos diarios de 20 minutos, hasta los que empiezan con 2 minutos al día y aumentan progresivamente hasta las dos horas diarias. Luego, otras revistas hace años permitieron colaborar al dueño de Tricholux, una fallida empresa de iluminación cannábica.  Les mandó reportajes donde incluyó diversas propuestas para emplear sus luminarias, incluyendo usar tubos ultravioleta en el periodo nocturno para simular el efecto “luna llena”.  Tales  especulaciones son muy confusas y nunca las justificó a nivel científico. La empresa Tricholux ya desapareció, pero la polémica renace de vez en cuando. En todo caso está claro que en exterior el efecto luna llena ya lo da la propia naturaleza, sin necesidad de simulacros.

En este terreno queda mucho por experimentar antes de llegar a conclusiones válidas. Hay variedades que aceptarían más luz ultravioleta que otras, por lo que la solución pasaría por un aumento paulatino. Parece ser que los fluorescentes más útiles son los de luz ultravioleta de tipo B, utilizada en la cría de reptiles y lamparas bronceadoras. He hablado con varios cultivadores que han utilizado tubos de luz ultravioleta, aseguran que aumentó la potencia y densidad de las plantas. La mayoría empezaron los experimentos con este fin en la cabeza, usando ultravioletas del tipo B. Otro me contó que empezó a emplear fluorescentes ultravioletas diseñados para aplicaciones dermatológicas, al objeto de impedir los mohos en su invernadero. Gracias a estos fluorescentes ultravioleta asegura que consiguió cosechar sin moho, además de cogollos mucho más prietos. En todo caso hay que tener en cuenta que pueden producir un efecto mutágeno, por lo que debemos ser precavidos con su empleo.

Lo que si está muy demostrado es la luz ultravioleta produce cáncer en los cultivadores, tanto la artificial, como la del sol.   Por ello, en exterior, cuando estés trabajando a pleno sol, defiende tu piel con crema solar de factor de protección alto. Si utilizas alguna lámpara de luz ultravioleta para hacer experimentos, mucho mejor que se encienda cuando no estés con las plantas, en todo caso hay que llevar gafas de sol con filtros de protección para luz ultravioleta, las gafas de sol normales no protegen del ultravioleta.

Otro importante uso de la luz ultravioleta en el exterior es en la esterilización del agua que se usa en climatización de invernaderos. He visto invernaderos donde se ponen aspersores para controlar la humedad, si el agua de estos aspersores viene de un pozo o fuente no tratada puede contener legionella. La legionella pulverizada en el aire y respirada puede ocasionar graves problemas de salud, por eso se usa la luz ultravioleta para desinfectar el agua, antes de emplearla en la climatización del invernadero.

 

Plantas enanas

En este caso se ponen esquejes a finales de julio o principios de agosto. Hay que emplear esquejes de variedades con un fuerte componente indico y floración rápida. Dado que en esa época las noches son largas, las plantas se pondrán a crecer y florecer a la vez. El resultado final es un gran cogollo plantado directamente en la tierra, con pequeñas ramificaciones inferiores, un aspecto muy parecido al de algunas autoflorecientes. Si la variedad se ha elegido correctamente,  ya estarán listas para finales de septiembre o principios de octubre, con un rendimiento de entre 25 y 60 gramos por ejemplar.

Esta rapidez en la cosecha, solo supone mengua en la producción, más no en la calidad, ya que se pueden obtener con este método resultados excelentes, con cogollos de volumen medio, pero muy apretados. Cuando la variedad tiene un buen paladar y resinado, quedará también reflejado en el producto final. Prueba de esto son reportajes publicados en pasadas Soft Secrets de plantas ganadoras de copas, donde se empleaba este método. Por ejemplo hace dos números ofrecimos un reportaje de una Caramelo y una Sugar Black Rose, ganadoras en la primera copa de la Marina Alta,  a pesar de que salieron tarde al exterior y quedaron de un tamaño muy pequeño. 

Una técnica muy útil para los que se van de vacaciones en la primera quincena de julio. Si  consiguen esquejes, todavía están a tiempo para plantar en la segunda quincena de julio y recoger a finales de septiembre.

Otra gran utilidad es para los cultivos de guerrilla. Los esquejes se sacan al exterior en la primera quincena de junio, se trasplantan a contenedores estrechos y profundos, donde se les da crecimiento durante un mes. A mediados de julio se llevan a la guerrilla, trasplantándolos a una zanja, donde se añade algo de guano de murciélago. Si las lluvias acompañan y el verano no es tórrido, solo hace falta volver a finales de septiembre a cosechar.

 

S.O.G de exterior

Para  la mengua de cantidad que ocurre con las plantas enanas, la solución es sencilla, hay que usar más plantas, lo que nos llevará a una adaptación del estilado denominado “Sea of Green” o “mar verde”. Este sistema se usa para maximizar resultados en cultivos de interior, consiste en poner a florecer el máximo número de esquejes por metro cuadrado, tras escasos días de crecimiento.  Se consigue un mar de colas principales, maximizando la producción por luminaria. En exterior sería lo mismo, poner el máximo número de esquejes en el espacio disponible, de forma que obtengamos un mar de colas

Esta es una buena solución para los cultivadores urbanos que tienen una terraza limitada y además no quieren llamar la atención de los vecinos. Se sacan esquejes desde el interior ya crecidos y se apila en un pequeño espacio el mayor número de contenedores posibles, tal como si estuviéramos haciendo un Sea of Green en interior.

También se pueden poner directamente en tierra. En este caso lo mejor es utilizar la preparación del suelo conocida como de bancal profundo, en el que la tierra se cava a fondo y se forma un bancal ligeramente elevado sobre el terreno. La técnica del bancal profunda fue precisamente desarrollada para el cultivo intensivo y aprovechar mejor los pequeños espacios, ya que al poder las plantas desarrollar su sistema radicular en profundidad, es posible plantarlas más juntas.

Así hace años, pudimos ver una Hindu Kush, ganadora de un primero de exterior en la copa de Alacannabis, a pesar de haber sido cultivada en Asturias, a partir de esquejes sacados muy tarde a un bancal profundo. Son los esquejes que aparecen en las fotos del articulo que introduce este dossier.

La técnica se combina muy bien con el esquejado de exterior, ya que permite obtener un rendimiento extra de la misma planta, usando las ramas de la poda, para preparar otro bancal de esquejes, estarán listos casi al mismo tiempo que la planta de donde proceden, con un incremento importante en la producción global. Por ejemplo un híbrido de ascendencia Indica que, en un bancal de 4 metros cuadrados, rinde a finales de septiembre en torno a 800 gramos. Si en un bancal cercano se ponen otros 20 esquejes de esta planta, rendirán en torno a 600 gramos adicionales, con una producción global de 1400 gramos. El problema está en que si desde el principio hubiéramos puesto una planta que rindiera 800 gramos en cada bancal, la producción total hubiera sido de 1600 gramos, con menos trabajo.

 

Forzado de madre y cosecha de esquejes

También se puede forzar la madre y colocar en su lugar los esquejes. De esta forma, dentro de un invernadero, en un bancal de cuatro metros cuadrados, se puede empezar a crecer una buena planta a mediados de abril, complementando el fotoperiodo. A finales de mayo se sacan unos 25  esquejes y se induce la floración de la planta, estará lista para finales de julio. Los esquejes se habrán mantenido con el fotoperiodo natural y estarán listos para ponerlos en el mismo bancal y cosechar a finales de septiembre. 

Son trucos muy vistosos y divertidos, pero no está nada claro que aumenten la producción. En el ejemplo que acabamos de citar, la planta cosechada en julio rendirá en torno al medio kilo, lo normal es que la cosecha de los esquejes rinda otro medio kilo, con una media de 25 gramos por plantita. Por tanto el rendimiento global andaría en torno a un kilo de cogollos secos y manicurados,  conseguidos en dos cosechas en un bancal de cuatro metros cuadrados.

Este mismo esqueje, si se planta en mayo en el bancal y se deja crecer libremente, puede rendir un kilo para finales de septiembre en este mismo bancal. Además la primera técnica implica un montón de trabajo, además de mayor riesgo, por el gran número de plantas en la segunda tanda, mientras que cultivar una sola planta durante la temporada normal, resulta mucho más sencillo y menos comprometido.

 

Alternar variedades

Existen variedades con los tiempos de cosecha muy diferentes, se pueden alternar en un bancal plantas de ascendencia Indica y cosecha a finales de septiembre, con híbridos de predominancia Sativa que se cosecharán a partir de la segunda quincena de octubre. De esta forma, cuando se cosechan las Indica, queda espacio libre para las Sativas que recibirán luz extra para engordar sus cogollos hasta la cosecha.  Aunque parezca sencillo, este truco es muy efectivo, ya que escalona la cosecha y permite a los híbridos de dominancia Sativa hacerse mejor. Además se disminuye el riego de jugarlo todo a una carta. Si viene un mal otoño, siempre quedarán las Indicas que se cosecharon primero y si viene un mal verano, siempre se puede esperar un otoño templado para cosechar los híbridos de dominancia Sativa.

Esta filosofía se puede efectuar hasta las últimas consecuencias y cultivar a la vez en macetas Sativas puras, de cosecha muy larga. Cuando se cosechan en octubre los híbridos, se pasan al suelo las Sativas puras que acabarán de florecer hasta diciembre o enero. En todo caso no se obtendrán grandes resultados, dada la pobre calidad de luz del invierno y las bajas temperaturas, por lo que la marihuana obtenida tendrá un aspecto muy pobre y tenderá a coger las famosas tonalidades oscuras que produce el frío.

 

Finalizado en interior

Si se cultiva en maceta, es posible meter las plantas dentro de casa con la llegada de las lluvias, lo que permite acabar de madurar plantas tardías que aún no estaban listas para el otoño. También así se pueden conseguir resultados excelentes. Por ejemplo la II Copa de Cultivadores Montañeses, celebrada en el 2003, el primer premio fue para una Super Silver Bilbo cultivada por Fredo en el exterior de Cantabria, con madurado final bajo foco, durante las dos últimas semanas que fueron muy lluviosas. 

Hay que cultivar las plantas en contenedores, de forma que sea fácil trasportarlas al interior.  Se ponen en exterior a mediados de junio y se practican podas para mantener la planta a una altura media, ya que la luz de los focos no tiene mucho poder de penetración, por lo que no convienen plantas altas. También es importante aplicar preventivos, para no llevar ninguna plaga al interior, donde puede reproducirse masivamente.

 

Cosecha mixta forzada

Esta técnica se basa en dar a las plantas sobre todo luz de exterior, aunque durante los días malos, se  ponen las plantas bajo las luces de interior. Después de un periodo de crecimiento, se pasa a dar a las plantas doce horas diarias de oscuridad en el interior, de forma que se induce la floración. La luminaria del interior se tiene programada para encenderse a la misma hora, de forma que si el cultivador no llega a tiempo a sacar las plantas, ellas reciben luz igualmente. Si algún día hay lluvias, se pueden mantener las plantas en interior durante toda la jornada. Este método también permite estar un fin de semana fuera y dejar las plantas en el interior. Añadiendo un deshumidificador a la instalación, es posible cultivar plantas casi de exterior en climas muy complicados, sin que aparezca el moho.

 

Revegetación de exterior

Esta técnica la conoce a fondo Fredo, el anteriormente citado campeón de la II Copa de Cultivadores Montañeses con una Super Silver Bilbo acabada de madurar bajo luminaria. Aquella fue la primera vez que experimentó la combinación de luz exterior e interior. Quedó tan contento con los resultados que se puso a hacer distintos experimentos, hasta perfeccionar su método actual. Fredo vive y cultiva en un ático. Su cuarto de cultivo de interior lo tiene justo junto a la terraza. Tiene las macetas de las plantas instaladas sobre plataformas y las mueve de un lado a otro con un carretilla de mano, de las que se usan para trasportar  mercancías, disponibles en muchos centros comerciales. En su interior tiene dos luminarias de 600 vatios, tambien una calefacción y un deshumidificador cuando hacen falta.  Suele cultivar cuatro plantas de tamaño medio, solo trabaja con las mejores variedades Bilbo como la Widow Bilbo, Super Silver Bilbo o Ak47 Bilbo, así está seguro que aunque ande mareando las plantas del exterior al interior y viceversa, no aparezcan hermafroditas.  Maneja el fotoperiodo de las plantas a su antojo, a la vez que aprovecha al máximo la luz del sol, pues hasta en los meses invernales el sol pega fuerte en su ático. De esta forma la calidad aumenta, a la vez que la factura de la luz queda muy reducida, pues casi no gasta.

La última vez que hablamos, en abril de este año, acaba de cosechar unas plantas deliciosas y muy apretadas, sacadas al exterior en enero, donde recibieron abundante luz de sol, además de ser completadas a diario con la luminaria. En febrero les indujo la floración con 12 horas de oscuridad diarias. Marzo vino con mucho sol y las plantas florecieron estupendamente, según Fredo la calidad de luz de este mes fue muy similar a la de septiembre. A principios de abril las plantas ya estaban listas para la cosecha. Esta técnica la usa también para hacer cosechar mixtas forzadas en verano. Por ejemplo, a mediados de agosto del 2010 acabó sus cosecha con lo mejor del sol del verano, por lo que se pudo dedicar a ir a la playa, sin temor de lo que pasaría con sus plantas.

En el número 6 del 2010 vimos otro ejemplo de cosecha mixta forzada, plantas cultivadas en una dentro de una piscina que se  tapaba todos los días a las siete y media de la tarde y se destapaba a las siete y media de la mañana. Las plantas recibían luz natural, pero también se emplearon luminarias para suplementar la luz del sol, consiguieron unos resultados excelentes.

 

Revegetación

Ya hemos comentado que en el cultivo exterior de primavera, las plantas que están floreciendo pueden retornar al crecimiento, según se acortan las noches. Esta es una prueba de la capacidad natural del cannabis para la revegetación.

Este proceso también se puede aplicar a plantas ya cosechadas, lo que se hace es recoger casi toda la planta, dejando algún cogollo pequeño y ramillas con hojas. Se pasa al interior, donde se somete a un ciclo de luz de 24 horas de luz, basta con pequeños fluorescentes, no hace falta gastar en grandes vatajes. Aunque parezca un milagro, la planta resucita y empieza a crear hojas. Al principio amorfas y de un solo foliolo, luego van perfeccionándolas y acaban volviendo a un estado vegetativo normal, momento en que se puede pasar la luz a 18 horas. En el proceso de volver a echar hojas normales tardan varias semanas, en las que produce mucha hoja deforme, ramillas interiores o pequeños cogollitos, todo esto hay que limpiarlo bien, de forma que la planta no gasta energía en follaje inútil que solo trae problemas. La poda a fondo incrementa mucho la calidad de la plantas regeneradas. La principal aplicación de esta técnica es recuperar plantas que ya se han cosechado y dieron muy buenos resultados.

También se puede hacer con esquejes, es decir, se pueden obtener esquejes de plantas en estado de floración avanzado, enraizarlos y hacerlos volver al crecimiento, con un ciclo de luz de 24 horas. Como es evidente, estas técnicas estresan a la planta. En un experimento que hice sobre la revegetación de esquejes en floración, una planta tardó más de un mes en revegetar y se estresó tanto que se volvió morada, sin ser típico de la variedad, ni hacer frío en aquel interior. Este sufrimiento hace que la planta pueda perder calidad y no es igual de buena la segunda cosecha que la primera, por esto no se recomienda para la obtención de madres y mantenimiento de genéticas, aunque si es cierto que puede sacar de más de un apuro.

Dado que en Estados Unidos las licencias son para un número de plantas determinado. Allí es típico hacer plantas grandes también en interior, por tanto la revegetación es más empleada, para dar un segundo uso a la estructura de la planta, conseguida en largos meses de crecimiento. En su libro  “Marijuana Grower's Handbook” Rosenthal nos proporciona estrategias en torno a la revegetación, como sacar a principio del verano plantas que ya han sido cosechadas en interior, con los días largos vuelven al crecimiento y pueden dar otra nueva cosecha en exterior.

Así por ejemplo Rosenthal propone cultivar las plantas desde noviembre en un interior, manteniéndolas en crecimiento.  En febrero se pasan a un invernadero calefactado. En este invernadero hay lámparas de halogenuros metálicos que se usan durante 8 horas del periodo diurno, de esta forma se refuerza el débil sol del invierno. Las plantas florecerían inmediatamente por las largas noches del invierno y estarían listas para cosechar a mediados de marzo. Estas plantas se revegetarían usando los focos de halogenuro metálico para romper el periodo nocturno. Alrededor de mediados de mayo, cuando ya llevan seis semanas de crecimiento, se empieza a cubrir el invernadero para darles doce horas de oscuridad diarias, lo que lleva a la floración de las plantas que estarían listas sobre mediados de julio. Se sustituyen con plantas crecidas en interior durante dos o tres meses, no tan grandes como las sacadas en febrero. Se protege a las plantas con una malla de sombre los primeros días, mientras se adaptan al duro sol. Estarán listas sobre mediados de octubre.

Otra opción es combinar una cosecha de primavera, con la revegetación y la cosecha de verano. En este caso se germina pronto, protegiendo las plantas del frío en un invernadero climatizado como el descrito. Las plantas se cultivan en contenedores y se permite que entren en floración, suplementando con halogenuros solo en las horas centrales del día, pero respetando el fotoperiodo. Tras identificar el sexo se apartan los machos, las hembras se dejan florecer y se cosechan en mayo, dejando parte de la estructura, con hojas y algunos cogollitos muy pequeños. Con los días largos de junio y julio la planta revegeta de forma natural, para volver a cosecharse a finales del verano. De esta forma se plantan más semillas para la cosecha de invierno, se eligen las mejores hembras y se conservan para la cosecha de verano. Aprovecha el periodo de revegetación para dar tratamientos preventivos, de forma que la planta llegue sana a la nueva cosecha.

 

Autoflorecientes

Todas las manipulaciones del fotoperiodo explicadas en este articulo están pensadas para plantas que necesitan noches largas para florecer.  En los últimos años las autoflorecientes han supuesto un cambio en el cultivo de exterior, ya que no dependen de las noches largas y florecen en función del fotoperiodo. La mejor época para cultivar autoflorecientes son los días largos del verano, con ese intenso sol rendirán cogollos de buen tamaño. Hay que plantarlas desde el principio en su maceta definitiva y darles toda la luz y comida posible, de forma que puedan expresar todas sus posibilidades en su corto tiempo de vida.

En todo caso, la independencia del fotoperiodo hace que las autoflorecientes se puedan cultivar durante todo el año, especialmente en los lugares donde la floración es interrumpida por la contaminación lumínica de farolas u otras luces. También son muy útiles para los lugares con mala climatología. Cuando aparecieron las autoflorecientes mostraban mucho de su parte Rudelaris, por lo que eran plantas pobres en efectos, sabor y producción. El trabajo de crianza y desarrollo de muchos bancos ha conseguido ofrecer notables mejoras y todavía quedan avances en los próximos años, tanto a nivel genético, como en productos, ya que empiezan a aparecer marcas que ofrecen sustratos o fertilizantes específicos para las autoflorecientes.

 

En este dossier hemos analizado en profundidad las diversas formas de aprovechar y completar el fotoperiodo natural. Son técnicas para el cultivador de exterior con cierta experiencia, que quiere probar otras cosas. En todo caso para el que se inicia lo más recomendable es sacar buenas cosechas con el método normal al menos dos años seguidos, luego ya se puede empezar a meter en otras complicaciones. Con análisis de cada situación y ganas de trabajar se pueden conseguir muchos resultados inesperados, aunque nunca hay que desatender la cosecha principal de verano, pues esta es la que suele rendir mejor calidad.

En próximos números publicaremos más información sobre los diferentes apartados. Buscamos cultivadores que quieran colaborar en ampliar este dossier. Manda a redaccion@softsecretsbcn.com cualquier foto información o comentario al respecto que consideres relevante

Agradecimiento a los periodistas cannábicos Jorge Cervantes, Ed Rosental y Jose T. Gallego por compartir siempre generosamente su información, tanto en sus artículos, como siempre que les he preguntado. También al resto de personas y compañías que han colaborado en este dossier: Iñaki (Canna), Oier (Dinafem), Kalavera (Test i Llavor), Pupix (Chu Majek), Jose Miguel (In&Out), Kako (Green Devil genetics), Ruben (World of Seeds), Zurdo (Ph&Ec), Alberto (Tricoma Blanes), Ferran (Good House Seeds), Pau (L'Omañac) y Fredo.

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