Fotoperiodo y cultivo de exterior (segunda parte)

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03 Jun 2011

Al elegir las ramas que convertiremos en esquejes, lo más sencillo es optar por brotes tiernos y jóvenes de la poda, de forma que les cueste menos crear raíces. A ser posible ramitas finas y de calidad, no ramuchas internas mal formadas.


Al elegir las ramas que convertiremos en esquejes, lo más sencillo es optar por brotes tiernos y jóvenes de la poda, de forma que les cueste menos crear raíces. A ser posible ramitas finas y de calidad, no ramuchas internas mal formadas.

Esquejado de exterior

Al elegir las ramas que convertiremos en esquejes, lo más sencillo es optar por brotes tiernos y jóvenes de la poda, de forma que les cueste menos crear raíces. A ser posible ramitas finas y de calidad, no ramuchas internas mal formadas. Cuanto más fibrosa, más difícil de enraizar. Una forma de ablandar previamente los tallos de exterior es el conocido truco de dejarlos en un vaso de agua a oscuras, durante 24 horas.

Para esquejar ramas de exterior, lo más sencillo es hacer la operación en interior. No es necesaria una gran instalación, basta con cualquier rincón, iluminado con un pequeño fluorescente compacto, donde se pondrá el invernadero de los esquejes. Si el interior esta separado del exterior, lo mejor es trasportar las ramas sin enraizar. Se hace la poda de nodos inferiores, se eliminan las hojas grandes y se envuelven por la parte inferior en una gruesa capa de papel de cocina que se pulverizará a conciencia. De ser interceptados, no se podrá decir que cada rama era una planta, además así sufrirán menos.

En todo caso la operación también se puede hacer en exterior, durante los meses en que las noches son cortas. Si se usa un pequeño invernadero, hay que tener mucho cuidado donde se coloca. Por un lado, ha de recibir claridad abundante, ya que con poca luz, puede que se pongan a enraizar y florecer. Por otro lado hay que protegerlos del sol directo, pues seguro que hará subir la temperatura del invernadero de forma infernal y los cocerá. Es ideal un lugar a la sombra de otras plantas, donde la luz no sea muy intensa y se mantenga la humedad. 

Además del moderno sistema del pequeño invernadero, el gel y las pastillas de turba, también se puede usar el método de esquejado en exterior de toda la vida. Se pelan uno o dos nodos de cada ramita, que se untan con hormonas de enraizar, luego se  colocan en pequeñas macetitas de un sustrato de semillero que sea ligero y con mucho drenaje. Si no disponemos de macetitas, una solución clásica son los vasos de plástico blancos, con agujeros en la base para el drenaje. Se hace una poda del follaje superior y recorte de hojas, para disminuir la evaporación. Hay que buscar un buen lugar para el enraizado, donde haya luz indirecta y humedad alta, para mantener la humedad alta, habrá que pulverizarlos con agua, conviene tener un nebulizador junto a los esquejes, para darles una pulverizada cada vez que se pase junto al cultivo. Son especialmente importantes los tres primeros días, por lo que durante este periodo los pulverizaremos cada pocas horas, luego se puede disminuir la frecuencia. Es sencillo saber cuando los esquejes están enraizados, pues sus hojas se ponen tiesas, en busca de la luz. En ese momento, conviene darles un buen riego por la parte inferior, de forma que las raíces incipientes se tengan que estirar hasta los agujeros de drenaje en busca de agua.

Madres adaptadas y listas para la poda

Reproducción por estacas

Aunque los más sencillo es hacer esquejes con brotes jóvenes, también es posible enraizar las leñosas ramas bajas. Este tipo de reproducción en agricultura se denomina reproducción por estacas. 

Lo descubrí por accidente, en el verano del 2001. Estábamos cultivando en un invernadero de la zona del Cantábrico. Durante el mes de julio, una de cultivo rompió por accidente una de las ramas bajas de una planta. Apesadumbrada, intentó arreglar el falló, untó el tallo con hormonas, lo plantó en el fertil suelo del invernadero y regó en abundancia. La combinación de días nubosos que vino las semanas siguientes permitió a la planta enraizar sin problemas, la cosechamos a la vez que su madre y rindió casi 100 gramos.

Alguna vez más lo he intentado, con resultados desiguales. En alguna ocasión lo preparé todo muy bien, con sustrato elegido para la ocasión y cuidados extras, consiguiendo peores resultados que otras ocasiones que se hizo de forma más descontrolada. La conclusión de estos experimentos es que el porcentaje de éxito en la reproducción por estacas es menor que en la reproducción por esquejes. Otra aspecto importante parece ser elegir buenas ramas y con una cierta leñosidad, en alguna ocasión probé con ramas jovencitas, más flexibles, con un índice de éxito menor, ya que la llegada de las horas de calor las tumba más rápido.  Se corta la estaca justo debajo del último nudo inferior de la rama elegida. Hay que preparar el suelo a fondo, que sea muy drenado, se eliminan dos o tres nodos inferiores para el enraizado, usa hormonas liquidas en este zona, puede frotarse el tallo con el lado sin filo de un cutter, de forma que se levante la corteza de cada rama, lo que facilita la penetración de las hormonas.  En la vegetación superior también se practican operaciones de poda, en primer lugar de la rama apical para que la planta no se centre en formar vegetación una vez enraizada, sino que continúe trabajando en la creación de masa radicular. También se elimina la mayoría del follaje superior, de forma que la planta traspire menos. Es importante  el clima, si se hace la operación dentro de un invernadero, cuando van a llegar días nubosos o de lluvia, aumentan mucho las posibilidades de éxito.

Las madres cultivadas en exterior necesitan mucha poda

Reproduccion por acodos

La reproducción por acodos es típica en muchas plantas, aunque en la marihuana se usa poco. Es un sistema que proporciona plantas más desarrolladas, al enraizarse ramas enteras.

El acodo terrestre es cuando las ramas bajas de la planta se entierran parcialmente, de forma que pueda desarrollar un sistema radicular, una vez que aparecen las raíces, la rama ya se puede separar de la planta. Este acodo se produce a veces de forma natural en las zonas tropicales, donde el cannabis crece durante meses y hay variedades de ramas muy rastreras. También se puede hacer en interior, basta enterrar las flexibles ramas de las plantas de interior en macetitas y esperar a que desarrollen su sistema de raíces.

Otro sistema es el acodo aéreo. En este caso se eligen las ramas más leñosas de la parte superior. Se pelan estas ramas ligeramente, levantando la piel exterior, puede hacerse muy bien con el envés de un cutter, de forma que la planta no se dañe. Sobre la zona descubierta se aplica con un pincelito hormona de enraizamiento en gel, luego se cubre la zona con espuma o turba. Se mantiene todo cubierto con papel de aluminio o un plástico opaco, sujetándolo todo con un par de alambres. Hay que mantener esta zona húmeda, por lo que se descubre y pulveriza agua cuando se intuya que el sustrato puede haber quedado seco. Ojo con esto, pues un error muy típico es mantener esa zona encharcada y provocar pudriciones, lo normal es que no se necesite humedecer el sustrato en los 15 días que suele tardar el acodo en echar raíces, aunque con un clima muy seco podría ser necesario.  Si el sol es muy intenso hay que retirar la planta a un sitio sombreado y tenerla bien regada. En el vídeo cannabis indoor de Ph&Ec  tienen un minireportaje sobre este tema

Regeneración de madres en exterior

Consiste en sacar las madres del interior al exterior, a partir de principios de junio y aclimatarlas. Tras el duro confinamiento de otoñó, invierno y primavera, la planta por fin puede crecer bajo la luz natural, lo que tiene un efecto de vigorizar y regenerar la planta que producirá muchos brotes jóvenes y fuertes. Antes de que llegue la floración, se realizan esquejes a partir de las ramas apicales de los mejores brotes. Estos esquejes de rama apical se utilizarán para hacer nuevas madres en interior, mientras que las viejas madres serán cosechadas en exterior.

Ferrán, criador de Good House Seeds, me explicó la técnica muchos hace años. El utilizaba estos rejuvenecimientos veraniegos para mantener genéticas con excelentes resultados. Solía sacar las madres en mayo y empezaba a obtener esquejes en junio.

Una técnica muy apropiada para los que durante todo el año mantienen madres en pequeños espacios, al objeto de tener esquejes en la cosecha de exterior.  Sobre todo les viene bien a las Sativas, ya que en el interior no reciben la potencia de luz que necesitan, ni el espacio para desarrollar largas distancias internodales, por lo que es conveniente darles la oportunidad de un buen crecimiento en exterior. La regeneración en exterior ayuda mucho a plantas que durante el invierno lo han pasado mal.

Esquejado de exterior

Selección de madres en exterior

Cuando se tiene un pequeño interior, es posible sacar esquejes de las plantas declaradas como hembras y mantener estos esquejes en interior, durante todo el cultivo de exterior. Una vez que se cata la cosecha, si hay alguna planta muy destacada se puede guardar como madre. Este proceso incrementa el trabajo, pero puede traer grandes regalos. En muchas ocasiones se hace una cosecha desde semilla de una marihuana inolvidable, luego se germina grano de esa variedad en cosechas posteriores, pero sin llegar nunca al resultado de esa planta de mítica memoria de la que nunca se guardaron esquejes.

Dado que nos interesan plantas pequeñas en el interior, aplicaremos las técnicas descritas en  las madres bonsai: poda continua, maceta reducida y poda de raíces. También en este caso es importante el cuidado antiplagas, ya que es muy típico que traigan invitados desde el exterior. Por supuesto, el orden y el etiquetado es otra variable indispensable en este apartado.

Hay que poner los esquejes en un sitio húmedo, sin sol directo

Cosecha de verano forzada

Una de las manipulaciones más interesantes y de mejores resultados. Consiste en quitar horas de luz a las plantas durante los meses de verano, de forma que se induce la floración antes de tiempo. Es posible cosechar en pleno julio o a mediados de agosto, por lo que es una técnica ideal para los que se quieren ir de vacaciones en agosto.   También es muy adecuada para los que tienen un otoño lluvioso, de forma que pueden florecer y cosechar durante los meses más calurosos del verano.  Los cogollos que se cosechan han recibido la luz más intensa del sol del verano y mucha luz ultravioleta, por lo que son de gran calidad, además de disminuirse mucho las posibilidades de problemas por las infecciones fúngicas que provocan las lluvias del otoño.

La floración de las plantas llega inducida por noches de 12 horas, hacen falta que se sucedan unas seis noches largas para que las plantas reciban la señal y entren en floración. En este primer periodo hay que ser especialmente constante en las 12 horas de oscuridad, bien sea cubriendo el invernadero o trasportando los contenedores a un cuarto oscuro. Luego hay que seguir alargando las noches artificialmente, de forma que no entren en revegetación. Según avanza el verano las noches se acortan de forma natural, por lo que va siendo menos necesario mantener el forzado artificial. 

Las plantas necesitan para crecer mucha cantidad de luz natural, cuando se hace una floración forzada les privamos de parte de esa luz, por lo que es típico que las plantas sometidas a esta práctica se queden pequeñas o de tamaño mediano.

¿Adelantar la floración con luz cuasi infraroja?

Esta técnica la leí por primera vez en el Marijuana Grower's Handobook de Ed Rosenthal.  Gud, el responsable de Gudomeled Grow, me comentó que había hecho una serie de experimentos semejantes, tras leer un temario de la Universidad Politécnica de Valencia sobre la  la fotomorfogénesis y control de la floración. Según Gud, con sus primeros focos Led las plantas se alargaban mucho en la floración, tras leer el estudio y hacer un cambio de los colores de sus luminarias, consiguió densificar mucho más los cogollos de las Sativas en interior, así como acortar los tiempos de floración.  

Encapotado del invernadero

De este dossier, es la única técnica que ni he probado personalmente, ni conozco ningún cultivador de exterior que la utilice, por lo que la pongo entre interrogantes. Este verano espero probarla y contaros los resultados. También trataremos en detalle el citado temario de la Universidad de Valencia, pues es muy amplio e interesante. Concretamente se trata del tema 15 “Luz y desarrollo. 1 El fitocromo y la fotomorfogénesis. 2. El control de la floración”, escrito por el profesor Francisco J. Garcia Breijo. A continuación un breve resumen de lo leído.

Las plantas necesitan para florecer noches largas de oscuridad sin interrupción, esto lo saben a través de un pigmento, el fitocromo, que puede presentarse como Pr o Pfr. El Pr absorve la luz roja (red), mientras que el Pfr absorbe la luz  roja lejana (far red), es decir la cuasi infraroja. Al parecer el fitocromo se sintetiza de forma continua y se almacena en forma de Pr en las plantas durante el periodo de oscuridad. Al llegar la luz, el Pr pasa a Pfr. Con la noche volvería a revertirse a Pr, en el proceso denominado de “reversión oscura”. En el caso de la marihuana el proceso de reversión oscura duraría unas dos horas.

El Pfr inhibiría la floración en la marihuana. Durante los meses de días largos y noches cortas, habría suficiente Pfr en la planta para que no entre en floración, con la llegada de los días cortos y las noches largas, la planta no produciría suficiente Pfr para impedir la floración.  

Este invernadero se puede cubrir a voluntad

Además de esta forma natural por “reversión oscura”, el Pfr tambien se puede pasar a Pr por fotoconversión con luz roja lejana. Según Garcia Breijo, “cuando una molécula de Pfr absorbe un fotón de luz roja lejana de una longitud de onda de 730 nm se convierte rápidamente a la forma Pr en unos 20 a 30 milisegundos”.  Con la fotoconversion del Pfr, según Rosenthal, nos ahorramos las dos horas que tarda el proceso de “reversión oscura”, con lo que, en teoría la planta percibirá ¡dos horas extra de oscuridad!, lo que adelantaría la floración. De esta forma,  en interior habría que suplementar las plantas con la luz cuasi infraroja justo al apagarse los focos, mientras que en exterior sería justo cuando acaba el atardecer, durante unos pocos segundos. Con este sistema, cuando las plantas reciben 15 horas de luz y 9 de oscuridad, actúan como si estuvieran recibiendo 11 horas de oscuridad, por lo que muchas variedades adelantarían la floración.

En todo caso, también hay estudios con otras plantas de día corto, donde se dice que la influencia de la fotoconversión no es tan grande, pues las plantas siguen necesitando el proceso de reversión oscura. Después de que me pasara Gud el enlace, he comprobado que el adelanto de floración con far red es un tema hipotetizado en varios foros de internet, entre ellos el cannabiscafe, donde algunos  foreros lo trata con bastante acierto, además de que sale citado el temario de Garcia Breijo ya en el 2006. Así que la información, a favor y en contra, lleva un tiempo entre nosotros, solo es cuestión de hacer los experimentos para ver si verdaderamente la podemos aprovechar.

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