Cultivo variedades CBD

Soft Secrets
23 Sep 2020

El cultivo de variedades CBD con fines lúdicos cada vez se ha extendido más entre los growers de todo el mundo. Contar con deliciosos cogollos CBD Rich nos da la posibilidad de elegir cuánto queremos colocarnos. Por eso, os traigo una serie de trucos para optimizar el cultivo de estas genéticas y aprovechar al máximo su contenido en cannabinoides.


Cómo sacarles el máximo partido

Aunque el cultivo de semillas de marihuana con CBD es muy similar al de sus hermanas THC Rich, existen pequeñas diferencias que pueden hacer que nuestra cosecha sea mucho más rica en los cannabinoides que queremos obtener.

 

Cultivo de variedades 1:1

Desde que probé por primera vez una genética con alto contenido en CBD y THC (ratio 1:1), no he dejado de cultivarlas. Como seguramente os ha pasado a muchos de vosotros, la primera vez que escuché hablar de estas variedades no les presté mucha atención, ya que en mi cabeza, CBD era igual a medicinal, y yo lo que quería eran variedades que colocaran.

Pero cuando caté ese cogollo de Llimonet Haze CBD, pude saber al instante que estaba equivocada. Además de la increíble apariencia de esas flores, que no tenían nada que envidiar a las de cualquier variedad con THC, me quedé prendada de su intenso aroma a limón. Pero fue tras darle unas primeras caladas cuando comprendí que el CBD abre una nueva puerta al consumidor lúdico. Una nueva forma de consumir cannabis de forma responsable, eligiendo no sólo cuándo o cómo colocarte, sino también cuánto.

Aunque las variedades 1:1 estabilizadas te dan un contenido en cannabinoides similar al que indica el fabricante, con un poco de maña en el cultivo, podremos ‘modificar’ ese contenido para dotarla de más THC o más CBD.

Si eliges semillas autoflorecientes, será muy importante contar con un buen sustrato orgánico que aporte alimento durante las semanas de crecimiento, y después complementar poco a poco con fertilizantes de floración para que engorde y saque el máximo de resina. Si por el contrario prefieres fotodependientes, asegúrate de que no sufren contaminación lumínica, excesos de calor o falta de riego, para evitar posibles hermafroditismos.

La resina es la encargada de albergar los cannabinoides y terpenos que después consumiremos, por lo que es importante intentar que la planta produzca una buena capa de resina sobre los cogollos para obtener un contenido significativo de cada cannabinoide.

 

Jugando con las fechas de la cosecha

El truco está en la elección del día de la cosecha. Como sabes, habitualmente los cultivadores se guían por el porcentaje de tricomas y pistilos que se han tornado de color ámbar y marrón, respectivamente. La norma es esperar a que un 80% de éstos hayan madurado para cortar, aunque este porcentaje varía un poco dependiendo de si cultivamos Sativas o Indicas.

El THCa (la forma ácida del THC que se encuentra en los cogollos), va degradándose conforme la planta continúa madurando. Seguro que más de una vez habrás escuchado que si te excedes o te adelantas en la cosecha, probablemente la planta tenga menos contenido en THC.

Pero lo que es probable que no sepas es que, a la vez que ese contenido en THC disminuye, el de CBD aumenta conforme la planta madura, por eso se dice que las plantas que se cosechan más tarde suelen tener un efecto más narcótico y relajante, y que cuando las cortas antes de tiempo sucede lo contrario, y surge un efecto más cerebral y estimulante.

Por eso, si quieres que tus genéticas 1:1 tengan, por ejemplo, más contenido en CBD que en THC, deberías esperar a que el 90% de los tricomas hayan madurado, aproximadamente. Verás como los cogollos comienzan a coger otras tonalidades, y te dará la sensación de que te has pasado de fecha, pero el resultado serán cogollos muy suaves que te dejarán una sensación perceptible pero agradable.

Si lo que buscas es lo contrario, una genética con más chispa, pero que no te llegue a dejar fuera de juego todo el día, deberás cosechar un poco antes de lo que te indica el fabricante, con un 70% de tricomas maduros, aprox. Por supuesto, no es bueno pasarse demasiado, y tampoco quedarse corto, por lo que no coseches hasta que no veas que los cogollos tienen un buen aspecto y están bien formados.

 

Variedades solo CBD

Las semillas de marihuana sin THC también son muy interesantes para los cultivadores y consumidores lúdicos. Aunque no colocan, pueden servirnos para hacer todo tipo de cremas, aceites y extracciones que nos aportarán numerosos beneficios terapéuticos.

Pero lo más interesante es la posibilidad de mezclarlas con tus variedades THC rich favoritas, bien para evitar las mezclas con tabaco, o bien para redescubrir el cannabis de mil maneras; añadiendo CBD a tus petas conseguirás moderar el efecto y controlarlo mejor. Pero además, los dotarás de sabores y sensaciones más complejas, una fiesta para todos tus sentidos.

Para que las genéticas que cultives tengan el máximo contenido en CBD y el mínimo en THC, deberemos, de nuevo, retrasar un poco la fecha óptima de cosecha. Recuerda que obtendrás un mayor contenido en Cannabidiol, mientras que te asegurarás de que la planta no saque más THC del que necesitas.

Elige siempre semillas de bancos que aseguran contenidos concretos en cannabinoides para evitar sorpresas. De esta manera, sabremos aproximadamente qué contenido vamos a obtener tanto de THC como de CBD. Actualmente, existen multitud de bancos que ofrecen semillas con contenidos estables y contrastados; desde Élite Seeds hasta Dinafem, Royal Queen Seeds o Dutch Passion, entre otros.

 

Un buen curado es imprescindible

Los frutos obtenidos de nuestras semillas CBD deben ser secados y curados de la mejor manera posible, para evitar que pierdan calidad y se volatilicen parte de los cannabinoides y terpenos que contienen. Para ello, tan sólo deberás seguir los mismos consejos que se emplean para curar las variedades con THC. Un secado que dure unos 10 días, sin cambios bruscos de humedad, para evitar que se reseque demasiado o aparezcan hongos. Después, un buen curado que asegure la renovación del aire de los recipientes donde guardes los cogollos. ¡Y a volar con Cannabidiol!

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