Estrés del bueno para cultivo de cannabis

01 Feb 2021

Hay un tipo de estrés que es malo para el cultivo de cannabis. Falta de agua, tormentas furiosas o no respetar la cantidad de luz que se necesitan en floración o vegetativo.


Pero hay otro estrés que es positivo para la marihuana.

La sequía en la marihuana es un tipo de estrés que puede condenar el cultivo a muerte. Pero aplicado con conocimiento aumenta el tamaño del sistema radicular del cannabis.

Una técnica de atado como el Low-Stress Training (LST) es el ejemplo típico. El atado de las ramas hacia los lados le generará cierta incomodidad a la planta, pero rápidamente comenzará a aprovechar la mayor cantidad de luz para brindar cogollos más grandes. Es una técnica que estrés a la planta durante la etapa vegetativa. Pero en floración es más que recomendable. El Lollipoping, super-cropping y Screen of Green (SOG) descansan en los mismos principios: el estrés positivo para el cultivo de cannabis.

La circulación de aire es otro factor que altera mucho a las plantas. Pero controlado ayuda al desarrollo de las raíces y da robustez a los tallos.

Las temperaturas bajas tampoco son recomendadas porque dan mucho estrés al cannabis. Pero por otro lado activan lo mejor del metabolismo de la planta de cannabis. Entre otras cosas activa el pigmento llamado antocianina que da tonalidades púrpuras en las flores de la marihuana. Además, las plantas producen más resina durante las épocas frías.

De hecho, hay cultivadores en espacios de interior que bajan las temperaturas entre 10 y 15 grados Celsius para lograr más resina dos semanas antes del día de la cosecha.

Muchos de estos trucos son para cultivadores avanzados. No querrás tirar por la borda meses de trabajo. Puedes comenzar a estresar al cannabis mediante experimentos con un par de plantas, por ejemplo.