Espaguetis con salsa de crema cannábica

Soft Secrets
05 Sep 2017
En estos tiempos florecen los cocineros cannábicos que comparten sus mejores recetas con amigos y regalan tortas de cumpleaños. A la hora de comer cannabis, no somos todos iguales y aunque la propuesta pueda ser tentadora, te recomendamos cuidarte, ya que pasarse de dosis es muy fácil y no hay vuelta atrás, por unas horas quedarás en el viaje y lo único que podrás hacer será relajarte y dejarte llevar. Una vez dejé un frasco de manteca cannábica en la heladera de una pareja de amigos que son también compañeros de trabajo, a modo de regalo por todas aquellas veces que me alojaron, pensando que la iban a disfrutar y usarla en algunas tortas. Unos meses después fui a cenar a su casa de manera imprevista. Teníamos mucho que conversar, nadie quería colgarse a cocinar mucho tiempo; fideos con crema sería la cena fácil y rápida. Tampoco había muchas opciones en la heladera, o esto creía en el momento. Tampoco teníamos mucho para fumar, era de esos momentos del año en los que rascas el final de los bollones y esperas ansioso la nueva cosecha. Entonces mi amiga me confesó que no había usado la manteca cannábica porque no sabía bien cómo usarla, y estaba ahí en la heladera. ¡Bingo! Espaguetis con salsa de crema cannábica Esta manteca era lo que necesitábamos: fideos con salsa de crema y manteca cannábica iba a ser la cena. Contentos de nuestros planes de cena cannábica, seguimos charlando los tres. Ella se puso frente a la cocina, empezó a preparar los espaguetis y me preguntó los pasos a seguir para usar la manteca. Calientas la crema en una olla y cuando está a punto de hervor apagas el fuego, agregas la manteca cortada en cubitos y mezclas hasta que se derrita y esté bien incorporada, la vuelves a calentar un poquito, echas la sal y pimienta, y luego la mezclas con los fideos. Le comenté además que una cucharada por persona debería estar bien, ya que en mis souvenirs era la dosis adecuada. Seguimos charlando los tres y cuando ella estaba sirviendo los platos, me dice: “estoy tratando de repartir de manera equitativa la salsa entre los tres”. Entonces me cayó la ficha en el momento. Ella no consume tanto cannabis como su compañero y aunque él es fumador regular, no está acostumbrado a ingerir cannabis. Esta dosis de una cucharada vale para mi criterio de consumidora diaria. Estos espaguetis están cargados para mandarlos en un viaje hasta Italia. Les avisé del error, que nos pasamos de una cucharada en la preparación, y que sería mejor para mi amiga que comiera menos salsa. Con esta recomendación, le agregamos queso rallado y disfrutamos de la comida, y seguimos charlando. A la hora, obviamente no podíamos parar de reírnos, nuestras conversaciones habían tomado un tono eufórico y teníamos miles de nuevas ideas cada minuto. Perdimos la noción del tiempo y la noche transcurrió sin que nos diéramos cuenta. Luego llegó el momento en que mi amiga tuvo que ir a descansar; aunque había comido menos, la dosis era fuerte para ella y necesitó ir a acostarse. A la hora de despedirme, me acuerdo haberlos aconsejado para que se relajaran y tranquilizaran, y verlos inquietos y ansiosos como dos padres porque estaba yéndome de noche a tomar el bus. Me mandaron mensajes mientras viajaba y cuando estaba llegando me llamaron, cosas que nunca hacen; estaban definitivamente volados. Estaba alegre y contenta por la noche, en el apogeo del viaje llegué, mientras volvía en el bus delirando con las luces de la cuidad. Cuando la volví a ver, después de aquella noche, me contó que había sido una experiencia muy fuerte, ella había sentido los efectos muy rápido, más rápido que de costumbre. Por suerte estaba en su casa entonces pudo relajarse y la pasó bien. Su compañero también recuerda aquellos espaguetis como un viaje astral. Ellos se sintieron muy acelerados, subiendo y bajando la ola, sin saber surfear, después se relajaron, el mareo paró para dejarlos tranquilamente dormidos hasta pasado el medio día siguiente. Como cocineros, es nuestra responsabilidad conocer la potencia de la extracción que usamos, sea manteca o aceite, y poder establecer la dosis de consumo medio por persona en una porción. Cocinamos responsablemente.

De la olla a la cabeza

Los espaguetis con salsa de crema cannábica son un plato fácil, rápido y económico de realizar. Si ya tienes una manteca cannábica sácala de la heladera, si no tendrás que realizar una extracción usando el método del baño maría. En una olla grande dispones agua caliente a punto de hervor y en una olla más pequeña pones a derretir 100 gramos de manteca con un poco de agua y 5 gramos de cogollos de marihuana picados. Durante mínimo una hora controla que el baño maría no quede demasiado caliente con grandes burbujas, podrás sacar del fuego la manteca y filtrarla para retirar toda la materia vegetal. Al enfriarse, la mezcla se separará y la manteca infusionada con el THC y todos los componentes del cannabis quedarán arriba, mientras el agua con las impurezas sedimentará abajo. Quedarán más o menos 90 gramos de manteca, ya que en el proceso perderá el agua que contenía y tendrás una potencia de 0.5g por cuchara sopera de 10g de manteca, que según nuestra experiencia es una dosis para una persona experimentada. La dosis tendría que ser reducida a la mitad para una persona que consume poco. Después quedará solo por calentar la crema en una olla; si tienes alguna cebolla, ajo o morrón o panceta o un conjunto de todo, puedes picarlos chiquitos y dorarlos un poquito. Luego echar la crema encima, y cuando ya está caliente con burbujas chiquitas, apartarla del fuego e incorporar la manteca cannábica. Mézclalo bien para que se incorpore y agrega la salsa a los espaguetis. En caso de que los invitados tengan frecuencias de uso de cannabis muy diferentes unos de otros, la mejor opción sería que cada uno agregue la manteca a su propio plato y a su propio gusto. Mi dosis es una cucharada, pero, no tenemos todos la misma cuchara.

Ingredientes para cuatro personas

500 g de espaguetis. 250 ml de crema de leche. Manteca de cannabis a gusto. Queso rallado. A elección: cebolla, ajo, morrón, panceta, roquefort. por Celine
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