EL REGULADOR OLVIDADO

Soft Secrets
17 Sep 2015

El Cannabidiol (CBD) es un prodigio de la naturaleza. Regula el dolor, tiene un efecto antiproliferativo de algunas células cancerosas y modula la actividad neuronal, atenuando la hiperexcitabilidad del paciente epiléptico. Además, es ansiolítico, relajante, normalizador del humor, antidepresivo y regulador del sueño. Hace una pareja fenomenal con el THC y otros cannabinoides.


El Cannabidiol (CBD) es un prodigio de la naturaleza. Regula el dolor, tiene un efecto antiproliferativo de algunas células cancerosas y modula la actividad neuronal, atenuando la hiperexcitabilidad del paciente epiléptico. Además, es ansiolítico, relajante, normalizador del humor, antidepresivo y regulador del sueño. Hace una pareja fenomenal con el THC y otros cannabinoides.

El Cannabidiol (CBD) es un prodigio de la naturaleza. Regula el dolor, tiene un efecto antiproliferativo de algunas células cancerosas y modula la actividad neuronal, atenuando la hiperexcitabilidad del paciente epiléptico. Además, es ansiolítico, relajante, normalizador del humor, antidepresivo y regulador del sueño. Hace una pareja fenomenal con el THC y otros cannabinoides.

Conocemos el efecto modulador del CBD administrado junto al THC. La comunicación entre estos cannabinoides es sinérgica, el CBD potencia al THC. Si se administra previamente facilita su paso a través de la barrera hematoencefálica. Mutuamente disminuyen la ansiedad y la taquicardia. Esta dupla posee propiedades antiinflamatorias, ansiolíticas, antidepresivas, analgésicas, antioxidantes, neuroprotectoras y antineoplásicas.

El CBD tiene muy poca afinidad por los receptores CB1 y CB2, receptores que forman parte del Sistema Endocannabinoide (SEC), Parece ser que el CBD actúa a través de receptores 5HT1A, es decir receptores serotoninérgicos 1A. Se encuentran en el sistema nervioso central y tracto gastrointestinal.

La serotonina o 5hidroxitriptamina es un neurotransmisor que regula múltiples funciones como el sueño, apetito, sexualidad, estado de ánimo, gestión de la ira, agresividad, temperatura corporal o vómitos. Cuando hay un desequilibrio se pueden alterar estas funciones. Es una sintomatología frecuente en los estados depresivos. Los efectos del CBD, coinciden con la interacción en los receptores 5HT1A; por tanto el efecto es ansiolítico, relajante, normalizador del humor, antidepresivo y regulador del sueño.

Su efecto antinflamatorio y analgésico se explica por otra vía. El CBD, además de otros cannabinoides como el THC, puede activar los receptores vaniloides de potencial transitorio (TRPV), una subfamilia de los receptores iónicos TRP que básicamente se encuentran en el sistema nervioso central y periférico, vejiga, próstata, adipocitos o folículos pilosos. Se encargan de la transmisión, regulación y percepción del dolor o nocicepción y la sensibilidad térmica. Son los principales responsables de la percepción del dolor. Son termosensibles, al actuar sobre ellos conseguimos modular el dolor y podemos obtener efecto analgésico.

Las enfermedades con dolor neuropático e inflamatorio presentan una alteración en la función de los receptores TRPV, en concreto TRPV1. De manera que si podemos actuar sobre ellos, podemos regular su función. Hay cannabinoides, entre ellos el CBD que interaccionan con estos receptores, esto podría explicar su efecto analgésico y antiinflamatorio y el de otros cannabinoides que los activan. Pero para hacer la cuestión más interesante, resulta que hay varios subtipos de receptor TRPV. Nos interesan los TRPV1, V2,V3, y V4 básicamente. Su función es regular la percepción del dolor y sus características cualitativas, es decir las que distinguen un tipo de dolor de otro. El CBD, según varios estudios, actúa a través de receptores TRPV1, TRPV2 y TRPV3, hay una relación causa–efecto.

Nos queda todavía un efecto del CBD sin explicar, el antineoplásico o antiproliferativo. Los receptores GPR55, acoplados a la proteína G, son de la misma familia que los receptores clásicos CB1 y CB2, que también son receptores GPR. Son considerados receptores huérfanos, no están clasificados aún como receptores propios del SEC. Cuando estos receptores se expresan en células cancerosas, su activación determina un incremento en el índice de proliferación celular, favoreciendo la progresión tumoral. Sabemos que el CBD actúa como antagonista del GPR55. Es decir, “bloquea” esas células, con lo que se produce el efecto antiproliferativo. Además es posible que el THC actúe como anticanceroso por la misma vía, como antagonista de receptores GPR55, pero parece ser que funciona de esta manera a dosis altas, a dosis bajas solo actúa sobre receptores CB2 y no se produce este efecto antiproliferativo. De todas formas esta información está por confirmarse, aunque parece que efectivamente es así como funcionan CBD y THC como antineoplásicos.

CBD y epilepsia

Otra propiedad terapéutica del CBD es el efecto anticonvulsivante o antiepiléptico, que puede abrir nuevas perspectivas terapéuticas para algunos tipos de epilepsias resistentes a la mayoría de los fármacos antiepilépticos del mercado.

La epilepsia es una enfermedad neurológica que se manifiesta a consecuencia de una alteración en la actividad neuronal de alguna zona cerebral. Las epilepsias pueden tener muchas causas, pueden aparecer después de un traumatismo craneal, de una meningitis, de algún problema durante el parto o de una alteración metabólica, entre otras. Hay epilepsias genéticas y otras de origen desconocido o idiopáticas. Las crisis epilépticas y la enfermedad en sí, provocan muchos problemas cognitivos y psicológicos. Además siempre hay morbilidad neuronal después de cada crisis, y ello determinará el pronóstico a corto y mediano plazo. Los antiepilépticos no siempre contienen la enfermedad, en ocasiones aparecen efectos secundarios graves.

Algunos cannabinoides modulan la actividad neuronal, atenuando la hiperexcitabilidad que presenta el paciente epiléptico. Además de ser efectivos contra la neuroinflamación y reducir el stress oxidativo, protegen del daño cerebral y tienen un efecto neuroprotector.

Algunos tipos de epilepsias infantiles actualmente podrían ser tratadas con cannabinoides, ya que carecen en muchos casos de tratamiento efectivo. El CBD puede ser un complemento eficaz como indica la información preclínica y clínica que se publica sobre el ensayo con Epidiolex, extracto rico en CBD.

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