Cannabis vs. alcohol

Elizabeth Erhardt
17 May 2022

A la hora de relacionar el uso del cannabis con el del alcohol surgen muchas preguntas. Entre toda la bibliografía disponible sobre este tema, hemos seleccionado un aspecto central que relaciona el uso del cannabis con el del alcohol. Los efectos secundarios, plantean el dilema de qué consumo es mejor y peor para la salud, y a medida que va surgiendo este planteo, se van cuestionando las políticas públicas.


Qué consumo es mejor y peor para la salud

Uno de los estudios que nos puede ayudar a resolver esta disyuntiva, es el publicado en 2016 en el International Journal of Drug Policy, realizado por Wayne Hall del National Addiction Centre, Kings College London and Centre for Youth Substance Abuse Research, de la University of Queensland, Australia, titulado: “Alcohol and cannabis: Comparing their adverse health effects and regulatory regimes”.

Efectos adversos del alcohol

Dicho estudio nos dice: “En grandes dosis, el alcohol puede causar sobredosis mortales por depresión respiratoria e intoxicación por alcohol, es una de las principales causas de accidentes de tráfico y contribuye a las agresiones y al suicidio”. Y continúa: “Cuando se consume en exceso y con regularidad, el alcohol puede causar un síndrome de dependencia y otros trastornos mentales como depresión severa y psicosis. El uso intensivo sostenido aumenta los riesgos de cirrosis hepática, pancreatitis, cáncer de la cavidad oral, mama y colon, algunos tipos de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, y enfermedades neurológicas como el síndrome de Wernicke-Korsakov y la demencia. Por estas razones, el consumo de alcohol contribuye sustancialmente a la carga mundial de morbilidad”.

Alcohol vs. cannabis

El estudio relaciona los efectos del cannabis con los del alcohol y concluye: “Los efectos adversos conocidos del consumo de cannabis parecen muy modestos en comparación con los múltiples efectos adversos para la salud del alcohol. Como enfatizan los defensores de políticas de cannabis más liberales, no se sabe que el cannabis cause sobredosis fatales porque no tiene efectos depresores respiratorios como los opioides o el alcohol. La intoxicación por cannabis solo aumenta modestamente el riesgo de accidentes de tráfico en comparación con el alcohol. Hay pruebas débiles de que el consumo de cannabis aumenta la depresión o el riesgo de suicidio. Algunos consumidores de cannabis de forma aguda tienen experiencias muy desagradables, como ansiedad, paranoia y alucinaciones, pero, por lo general, se argumenta que estos síntomas se resuelven a medida que se disipan los efectos de la intoxicación. Es difícil establecer la causalidad entre el consumo de cannabis y las enfermedades mentales debido a otros factores de confusión, como el consumo de alcohol, que también aumentan los riesgos de trastornos mentales”. Así, este estudio derriba muchos de los argumentos prohibicionistas más escuchados del momento que intentan demonizar al cannabis como si fuese más peligroso de lo que realmente es. La mayor ventaja al respecto del cannabis, es que no se han registrado sobredosis fatales, lo que la hace una sustancia muy segura en relación a las demás. Por otro lado, indica que la mayoría de las experiencias desagradables se disipan a medida que se van los efectos, lo que significa una solución en la mayoría de los casos. 

Otro de los lemas centrales prohibicionistas es que el cannabis causa dependencia. A esto el artículo responde: “El riesgo de desarrollar dependencia del cannabis es mucho menor que los riesgos comparables del alcohol, la nicotina o la heroína, y que las consecuencias sanitarias y sociales de la dependencia del cannabis son mucho menos graves que las de la dependencia del alcohol, la nicotina y la heroína”.

E
Elizabeth Erhardt